Violencia en México no conoce de género
En México, cuatro de cada 10 mujeres han sido agredidas por su pareja en algún momento de su vida , afirma René Jiménez Ornelas, especialista del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el 50% de los casos, las víctimas sufren ataques que ponen en riesgo su vida, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Lo sorprendente es que la mitad de las mujeres con episodios severos de violencia se sienten provocadoras del enojo o malestar de sus esposos o compañeros por opinar diferente, desobedecer, no pedir permiso, no dedicar tiempo suficiente a la persona, o mostrarse desinteresadas por tener sexo, explica Jiménez Ornelas.
La agresiones de este tipo son algo "muy común" en el país. El Estado de México presenta la prevalencia más alta de violencia física y/o sexual (33.3%), seguido por Tabasco, Puebla, Jalisco y Guerrero, según el coordinador de la Unidad de Análisis sobre Violencia Social de esa casa de estudios.
Otra manifestación de esta problemática es la violencia juvenil, que comprende un abanico de actos que van desde la intimidación y peleas, hasta formas más críticas, como la violación y el homicidio.
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) creó un instrumento para que hombres y mujeres identifiquen si están siendo víctimas de un acto de violencia desde las primeras señales. Se llama ‘violentómetro' y es una regla donde se marcan 27 actos de abuso psicológico o físico en la pareja.
En esta herramienta, cada número representa una agresión y detecta tres etapas de violencia. La primera está en color amarillo e incluye la frase: "¡Ten cuidado! La violencia aumentará". En esta etapa ocurren maltratos como bromas hirientes, chantajear o descalificar en público.
En la segunda fase, de tonalidad rosa, el mensaje es: "¡Reacciona!", y señala el momento en que una persona golpea destruye artículos personales de su pareja, le da caricias agresivas o la golpea ‘jugando'. En la última división, en color morado, la persona sufre agresiones como ser aislada o forzada a una relación sexual. La recomendación en este nivel es la búsqueda urgente de apoyo.
Casi el 70% de los alumnos del IPN ha sido víctima de agresión en el noviazgo, de acuerdo con datos del Programa Institucional de Gestión con Perspectiva de Género.
"Los varones jóvenes son los perpetradores (agresores) más numerosos", aunque el número de hombres agredidos ha aumentado, expresa el académico. En este caso, el fenómeno más recurrente es la violencia psicológica, la diferencia de edad hace al hombre más vulnerable.
Las mujeres "hacen burla sobre enfermedades propias de la edad del hombre y, con frecuencia, se les recrimina que no tengan suficientes opciones para ser el sustento de las familias", expresa la terapeuta de pareja Berenice Espinoza.
La discriminación o violencia masculina está más vinculada a menoscabar sus capacidades en lo profesional (se pone en duda su habilidad para desempeñar ciertas profesiones, o proveer el hogar), económico e incluso sexual, asegura.
El problema es que si denunciar los hechos es complicado para las mujeres, en los hombres es más complejo, por cuestión cultural. "Ellos no hablan ni reconocen fácilmente de estos temas", precisa Espinoza.