Día del Padre, ¿desde la oficina?
Dedicar más tiempo a trabajar puede considerarse una inversión a futuro para la manutención de la familia ; sin embargo, los hijos no piensan igual. El 53% de los mexicanos considera que su padre estuvo ausente en su niñez por motivos laborales, indica una encuesta de Trabajando.com.
En el Día del Padre , el portal laboral encuestó a 2,300 personas sobre su relación con la figura paterna. Más de la mitad refirió un vínculo poco estrecho, debido al tiempo que el padre dedicaba a las actividades profesionales.
Sólo el 35% considera que el tiempo que pasó con su padre fue equilibrado suficiente, mientras que 12% consideró que pasó bastante tiempo junto a su progenitor.
El compromiso laboral y las jornadas de tiempo completo impiden a los empleados gestionar sus horarios. El problema es que por las exigencias económicas, mantener un estatus y continuar el desarrollo profesional, muchos padres ven el trabajo como el centro de su vida, dice la experta en conciliación vida-trabajo, Nuria Chinchilla.
La directora corporativa de comunicación de Trabajando.com, Margarita Chico, expresa que con la incorporación de la mujer al trabajo surgió la crisis del equilibrio familiar con lo laboral. Esto afecta de igual manera a los hombres, por eso el reto en las empresas es implementar políticas de conciliación destinadas al género masculino y no a mujeres exclusivamente, indica la ejecutiva.
¿Cuántos papás hay en México?
De acuerdo con números del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Consejo Nacional de Población (CONAPO), 21 millones de padres viven con sus hijos, alrededor de 42 mil son papás solteros y 495 mil son viudos.
En opinión de la psicóloga y terapeuta Berenice Franco, muchos padres experimentan un sentimiento de culpabilidad por no convivir con los hijos. El problema cultural es que el hombre sigue teniendo la responsabilidad de proveer, lo que limita establecer un apoyo con la pareja. A esto se suma que pocas veces se invierte en aprender a dar calidad de tiempo y eso lo perciben los hijos.
A través del trabajo de terapia con niños más conflictivos, Franco refiere que la minoría presenta características familiares similares. Por ejemplo, existe escasa convivencia con los padres, que llegan a casa sólo para cenar con ellos. Esto no tendría por qué representar un problema extremo si se gestionara "tiempo de calidad".
El asunto es que muchas veces la persona está cansada y agobiada como para atender al niño; prefieren mirar la tele o conectarse a la computadora. "Los hijos se acostumbran a recibir la atención tan solo de una parte: las madres, los abuelos, las niñeras o se entretienen con la tecnología", explica la psicóloga.
Para los mexicanos encuestados es importante "no repetir su historia de vida" y ser capaces de lograr un equilibrio entre la casa y el trabajo. Eso expresó el 58%, mientras el 42% dijo aún "estar en deuda" en esta materia con sus hijos.