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México: pasión futbolera sin vocación

El desempeño del Tri es reflejo de la falta de planeación de los mexicanos, dicen expertos; a 70% de los mexicanos les gusta ver, jugar o enterarse de los partidos de futbol: Mitofsky.
mié 18 junio 2014 06:04 AM
El Mundial de futbol podría afectar también la productividad en los mercados de valores del país.  (Foto: Cuartoscuro)
mundial mexicanos

En México la pasión por el futbol y el desempeño de la Selección Nacional no tienen una relación directa. Un buen partido es resultado de planificar para traducir la vocación de sus deportistas en buenos resultados, dicen expertos, algo que en México no siempre sucede.

A siete de cada 10 mexicanos les gusta ver, jugar o estar enterados de resultados del futbol, según datos de Consulta Mitofsky. El arraigo que tiene el futbol en el país se debe a que representa unidad, es el deporte que pueden jugar todos, desde la clase obrera hasta los snobs.

Desde sus orígenes, el futbol es visto como como una actividad que unifica, refiere una investigación sobre futbol y sus nexos en México, de Guillermo Meneses, investigador del Colegio de la Frontera Norte de Tijuana.

Además el futbol es más que un juego, permite expresar motivaciones, liberar frustración, modelar conductas, unificar bajo un símbolo, eso explica por qué se convierte en una pasión, dice Armando Reyes, autor del informe "¿Por qué amamos el futbol? Un análisis de la patada".

Pero ¿basta con que haya una gran pasión para que México destaca en este deporte?

El país cumple con uno de los ingredientes de la vocación, la pasión, al grado de parar todas las actividades por un partido, señaló Ana Paula Rodríguez, fundadora de Vocación Central, firma que brinda consultoría en orientación vocacional. “Sin embargo hace falta estructura, un plan para que esa vocación dé resultados”, agregó.

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Cada vez que inicia un nuevo torneo, tres de cada cuatro aficionados sabe quién es el actual campeón, según Mitofsky. Marcas y medios de comunicación han conseguido que el mexicano se identifique con este deporte , e incluso vea sueños cumplidos, a través de esta actividad. ¿Quién no quisiera tener la historia de Javier Hernández ‘El Chicharito’?, pregunta Rodríguez.

Pero para que una vocación se transforme en resultados óptimos debe haber varios elementos: planeación, seguimiento, trabajo bajo un mismo objetivo, acciones para enlazar la pasión del jugador con su anhelo de crecimiento a futuro.

Pocas de estas características se reúnen en México; se acostumbra trabajar por metas a corto plazo, como lograr la calificación en un Mundial, explicó Rodríguez.

Esas carencias se traducen en un futbol mexicano con problemas estructurales graves, relacionados con su organización. Se ha privilegiado el negocio por encima del rendimiento deportivo, cita Juan Villoro, autor del libro "Balón Dividido".

No todos son ‘Chicharito’

En Alemania, todos los clubes de futbol deben tener academias -desde la categoría sub 9 hasta la 19- donde hay directores técnicos, médicos y otros especialistas en el deporte, que asesoran a los menores desde el inicio de su carrera.

En los últimos 12 años más de 200 jugadores que empezaron en un rango menor han debutado en la primera división de la liga. Este plan se basa en la metodología creada por el Instituto Nacional de Fútbol de Clairefontaine (Francia) y la academia del Ajax de Holanda, de acuerdo con datos de la firma Euromericas Sport Marketing.

En México, aunque hay franquicias de equipos de la Primera División en todo el país, no hay un sistema nacional unificado, señaló Ana Paula Rodríguez.

Los responsables de selecciones, como la Sub 20, buscan talento joven que después pasan a un centro de alto rendimiento, con posibilidad a desarrollar una carrera, pero es un sistema “a medias”, coinciden los especialistas.

Si bien en México hay esfuerzos orientados a utilizar el futbol como una herramienta para crear disciplina en los niños y alejarlos de problemas sociales, es necesario tener una visión de largo plazo.

No existe, por ejemplo, un plan para detectar las áreas de oportunidad de los jóvenes talentos. Pocos serán los delanteros “anota goles”, habrá quién tenga competencias para ser técnico o para ejercer otra actividad vinculada al futbol. Eso hay que trabajarlo si se quiere crear una vocación futbolística como país, aclaró la fundadora de Vocación Central.

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