Pedir consejo a tu jefe ¿te hace ver incompetente?
¿Alguna vez has querido pedir un consejo, pero lo evitas por temor a lo que dirán tus compañeros de trabajo? Un nuevo estudio de Harvard encontró que las personas rehúyen a pedir asesoría por miedo a lucir “incompetentes”. Pero detrás de esta sencilla acción puede haber un método para impresionar a los jefes.
“Me verán cómo poco hábil y preparado”, contestó arriba del 50% de más de 300 participantes en el estudio de las escuelas de negocios de Harvard y Wharton. Aun cuando la persona tiene dificultades para cumplir un proyecto, suelen evitar pedir consejo para no dañar su imagen profesional.
A los encuestados se les pidió considerar pedir a un compañero de trabajo un consejo para resolver cierto problema. La respuesta se midió en una escala de siete puntos, donde uno es poco probable y siete muy probable.
Los resultados se ubicaron entre dos y tres puntos, los entrevistados argumentan que preferían buscan orientación por fuera antes que recurrir a un compañero.
“Hay una percepción equivocada, que se ha hecho cultural. La gente piensa que pedir ayuda refleja incapacidad para completar actividades de forma independiente. Sólo se acepta esa conducta y cambia la percepción cuando los proyectos son difíciles”, concluyó el estudio, que incluyó encuestas en línea y dentro de escuelas en el norte de Estados Unidos.
Las ventajas de preguntar
Aunque asesorarse con otros provoque temor, hacerlo y conseguir comentarios para mejorar el trabajo tiene ventajas para la empresa y el profesionista.
Un empleado con buena retroalimentación permite ahorrar un promedio de 6,000 dólares al año. Al asesorar se evita la duplicidad de funciones o malos resultados, según un estudio de la organización Employee Involvement Association entre más de 1,000 organizaciones, incluyendo multinacionales con presencia en México.
El estudio de Harvard y Wharton encontró que más del 30% de los participantes refirieron buscar un consejo cuando están ansiosos y el problema a resolver es complejo. Pero no es necesario esperar hasta ese momento; “levantar la mano para pedir ayuda puede ser una estrategia para proyectar interés y compromiso con el trabajo”, refiere la investigación.
Además, el ego de las personas, sobretodo de algunos jefes, crece cuando les hacen alguna consulta. Pedirles que repartan consejos es dar la oportunidad de verse a sí mismos como más inteligentes, citó la investigación.
Entre otras conclusiones, el estudio reveló que las empresas han subestimado los beneficios de fomentar una cultura de pedir asesoría. Los líderes pueden transmitir ciertas señales que desanimen al empleado a pedir consejo, como evitarlo cada vez que se acerca a preguntar, no tener bien definidos los objetivos de trabajo del área y por tanto no saber qué guía dar, o carecer de incentivos y espacios en la empresa para expresar dudas.
“La confianza que proyecta el jefe, tener una buena relación con los colaboradores y evitar hacer diferencias de género en la empresa, influyen en que la persona busque asesoría”.
Employee Involvement Association destaca estas reglas para pedir un consejo:
- Acercarse a personas que han manejo con éxito su propia área de trabajo en la organización.
- Tener claro qué aspecto se necesita mejorar; eso ayuda a discernir si el consejo funciona o no para la situación a resolver.
- Estar abierto a comentarios positivos y negativos. No por estar a cargo de un equipo, la persona sabe orientar.
- Tomar notas para asimilar después cómo aplicar la información proporcionada.
- Tras haber aplicado un consejo, hay que medir los resultados.