4 errores que dificultan pedir ayuda en el trabajo
Aunque el ser humano por naturaleza no es autosuficiente, el pedir ayuda a otros puede costar trabajo, y al hacerlo las personas pueden llegar a sentirse vulnerables e incompetentes por temor al rechazo.
“Las culturas latinoamericanas solemos pensar que la situación por la que atravesamos es un designio divino, que si tenemos paciencia las cosas por sí solas se acomodarán. Este tipo de ideas limitan la acción de las personas”, explicó el coach ontológico Alfredo Garay Morillo.
Aunque no se puede generalizar, a la mayoría de las personas no les resulta fácil pedir ayuda. “Se sienten vulnerables, ridículos o tontos”, dijo la psicóloga laboral especialista de la Universidad Iberoamericana, Araceli de la Lanza.
La realidad es distinta, una persona que busca ayuda para alcanzar sus objetivos en el trabajo es comprometida, sabe colaborar y es empática con sus compañeros , pues está dispuesta a retribuir la ayuda en un momento dado. “Las organizaciones evalúan los resultados finales, eso es lo que importa, si se buscó ayuda para llegar a esos resultados, entonces fue la decisión correcta”, dice De la Lanza.
Pedir ayuda de manera efectiva involucra tres elementos: conciencia de la situación, compromiso y gratitud por la ayuda prestada, como se especifica en los siguientes pasos:
1. El momento correcto
Muchas personas suelen buscar la ayuda hasta que el barco se está hundiendo, por miedo al rechazo, desidia o por no creer que la necesitaban. Pedir ayuda a tiempo habla de planeación, anticipación y visión de la persona que la requiere.
“El momento perfecto no existe, hay que generarlo”, dice Garay Morillo. “Si ya sabemos qué es lo que queremos, el momento es ahora”.
2. Temor
“Este es un error típico”, dice De la Lanza. “Si pido ayuda van a creer que no puedo solo con mi trabajo, pero en realidad alguien que sabe pedir ayuda puede ser más competente que alguien que prefiere arreglárselas solo”.
La persona debe saber enfrentar una negativa. "hay que procesarlo como que están rechazando la petición, no a la persona”, dice Garay Morillo.
Una buena manera de desprenderse del temor que genera pedir ayuda es sopesar el resultado del mejor escenario contra el peor escenario, si el balance es positivo, nos será más lógico buscar ayuda.
3. No saber qué ayuda se necesita
El principal error al momento de pedir ayuda es no saber, con precisión, cuál es la ayuda que se requiere para alcanzar la meta deseada, así como investigar al respecto para conocer exactamente lo que requiere.
“Si una persona que trabaja 10 horas al día quiere pedir ayuda para estar menos tiempo en la oficina, primero debe saber exactamente qué es lo que necesita”, explica la psicóloga laboral especialista de la Universidad Iberoamericana, Araceli de la Lanza, y agrega: “Debe saber si tiene sobrecarga de trabajo y entonces requiere que alguien más la desahogue de esa carga extra, o si necesita una capacitación en algo o incluso una máquina especializada”.
4. No mostrar gratitud
Pedir ayuda es un círculo que se cierra hasta que se reconoce la labor del otro. Si no agradecemos el auxilio prestado de manera verbal y sincera, así como regresando el favor en el futuro, se corre el riesgo de no volver a recibir apoyo.
Para Nora Klaver, autora del libro “¡Auxilio! Pedir ayuda en tiempos de necesidad”, la gratitud debe expresarse en tres momentos cuando se pide ayuda: cuando se solicita y es concedida, cuando la ayuda es prestada y la próxima vez que se ve a quien le ayudó.