Obama se reúne con las familias de los trabajadores muertos en explosión

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recibió en la Casa Blanca a las familias de los 11 trabajadores que murieron en la explosión de la plataforma petrolera de la empresa BP en el Golfo de México.
Obama “expresó sus condolencias y dijo (a las familias) que él, la primera dama y todo el gobierno los respaldan y estarán ahí después de que las cámaras se hayan ido y ellos atraviesen por este episodio inimaginable”, de acuerdo con un comunicado de la Casa Blanca.
También dijo que “mientras la perforación en mar abierto es parte de la estrategia nacional de energía, él simplemente no puede continuar con la perforación en aguas profundas hasta que existan medidas de seguridad adecuadas para asegurar que una tragedia como ésta no ocurra después”.
El presidente estuvo acompañado del secretario del Interior, Ken Salazar; del titular de la Guardia Costera, Thad Allen, y de los consejeros de la Casa Blanca Carol Browner y Valerie Jarrett.
Muchos familiares de las víctimas han expresado su oposición a la decisión oficial de imponer una moratoria de seis meses a las perforaciones en aguas profundas, a fin de dar tiempo a la investigación sobre el hundimiento de la plataforma Deepwater Horizon en abril.
La reunión con las familias se produjo mientras la secretaria de Trabajo, Hilda Solís, se dirigía a Louisiana para hablar con los pescadores afectados por el derrame de petróleo en la zona, y el Congreso continuaba con sesiones sobre un tema que acapara el Capitolio.
El vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo este jueves por la mañana que el presidente planeaba, entre otras cosas, “decir a las familias que está comprometido a trabajar con el Congreso para asegurarse de que cualquier disparidad en la ley sea tratada y las familias reciban la compensación debida”.
Los demócratas buscan reformar la Ley de Contaminación Petrolera de 1990, que podría limitar las obligaciones de BP en la cobertura de los costos por 75 millones de dólares derivados del derrame en el golfo. Los críticos afirman que el monto es sólo una pequeña fracción del costo real del desastre. BP asegura que se hará cargo de los daños y pagará “las demandas legítimas” causadas por el vertido, el mayor en la historia de Estados Unidos.
Varios funcionarios federales también atacaron una norma de 2008 de la Suprema Corte de Justicia que redujo el costo de las compensaciones que un jurado otorgó a las víctimas del derrame petrolero de 1989 de Exxon Valdez.
Asimismo, criticaron una ley de 1851 que limita las obligaciones de los propietarios de barcos que tengan accidentes. La empresa Transocean, propietaria de la plataforma, recurrió a esa ley en los días posteriores a la explosión del 20 de abril en un intento por reducir los costos a 26 millones de dólares.