Los botes que podrían salvar miles de animales en el Golfo

Mark Castlow y Jimbo Meador tienen una solución para salvar a las aves cubiertas por petróleo en el Golfo de México. Sin embargo, también tienen un problema.
Yo vi la solución de primera mano durante un paseo rápido por una ensenada del Golfo de México, cerca de la casa de Meador en Fairhope, Alabama, a 20 minutos en auto de Mobile.
Los dos socios de Dragonfly Boatworks han trabajado a ritmo vertiginoso por semanas para modificar el diseño de sus botes de pesca de poco calado, convirtiéndolos en unidades móviles de asistencia de pelícanos, gaviotas y casi todo tipo de criatura capturada en la catástrofe.
Su preocupación, en el día 65 del derrame, está bien enraizada. Castlow, que dice tener “agua salada en su sangre”, creció surfeando en Miami y los Cayos. Meador, ex camaronero, fue criado sobre las costas del Golfo, en Alabama.
Saben que cada día mueren más aves y otros animales por el petróleo que invade su hábitat natural.
“Tenemos que hacer todo lo que podemos para cuidarlos”, dice Meador, que enfatiza su interés en el “mundo aviario”. “Queremos intentar hacer lo correcto para ayudarles, porque ellas no se pueden ayudar por sí solas”.
Aves cubiertas de aceite: ¿salvar o matar?
A diferencia de la mayoría de botes tradicionales, que tienen quillas profundas que se estancan cuando entran a los humedales y pantanos, los botes Dragonfly pueden operar en aguas de menos de 30 centímetros de profundidad.
Sus amplios cascos crean muy poca estela, que podría alarmar después a los animales; incluso ellos se han pintado de verde claro para camuflarse con el entorno.
A bordo, Castlow y Meador usan un equipo completo de herramientas para ayudar al rescate: una mesa de trabajo grande y antideslizante para que los equipos traten a los animales; un toldo ajustable para sombra que se puede bajar para pasar entre las ramas de los árboles del pantano, y finas boquillas de niebla para ayudar a combatir el calor.
El crudo no dificulta el funcionamiento de los motores, gracias a una solución especial de limpieza.
Los hombres consultaron a biólogos y a otros científicos mientras apuraban las mejoras, y encontraron grandes donantes, como el famoso músico country Jimmy Buffet, que ofreció apoyo económico para que los botes estén disponibles para los equipos de rescate.
Los botes pueden tener acceso inalámbrico a Internet, y se planea trabajar con Google Earth para permitir que cualquier persona pueda buscar los botes en línea y en tiempo real.
Las cámaras web a bordo, donadas por un grupo en Houston, Texas, permitirá a los salones de clase y a cualquier persona ver a los equipos de rescate en acción.
Hasta ahora, Buffet ha financiado la construcción del bote prototipo, según dice el dúo. El plan es producir un nuevo bote cada siete días de aquí en adelante. Después de la limpieza, a los grupos de rescate animal se les permitirá quedarse con los botes, para su uso en proyectos de investigación.
Nadie ganará dinero en el acuerdo, pero los animales de beneficiarán inmensamente, incluidos los pelícanos cafés , una especie nativa del este del Golfo que ha sido una de las principales víctimas del petróleo.
Los pelicanos cafés estuvieron casi 40 años en la lista de especies en peligro de extinción, hasta el año pasado.
"Salvar sólo unas cuantas aves es vital para la supervivencia de la especie", dice Lee Hollingsworth, consejero de vida silvestre en la Real Sociedad de Protección de Aves en Gales. “Algo tiene que hacerse, y por supuesto, vale la pena salvar al ave”.
Mortandad aviar
Cada día incrementa el número de muertes de aves y otros animales de la región.
Según un informe del 22 de junio del Servicio de Peces y Fauna de Estados Unidos, se han recogido 1,746 aves a lo largo de la costa, desde Louisiana hasta Florida.
De esos, 749 estaban vivos y “visiblemente untados de petróleo”. Otros 997 fueron hallados muertos, y 265 de esos estaban visiblemente untados.
Las aves que fueron halladas vivas y luego sacrificadas suman 143. El informe establece que el derrame de la plataforma Deepwater Horizon de BP no es el responsable por todas las muertes.
Aunque los botes han sido admirados por expertos en fauna y flora –incluyendo a biólogos marinos de la Universidad del Sur de Mississippi, Castlow y Meador dicen que se han topado con obstáculos.
Han llamado a varias autoridades federales y también a BP, pero dicen que parece que nadie está dispuesto a decirles cómo y cuándo sus botes pueden arrancar.
Castlow y Meador llaman DEA a su red de ayuda: el Ejército de Ambiente de Dragonfly, abierto a proveedores, donantes y voluntarios. Esperan que las fuerzas combinadas de su grupo puedan superar la burocracia y llevar sus botes a manos de los equipos de rescate.