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Corea del Sur agradece la ayuda extranjera durante la Guerra de Corea

El primer ministro Chung Un-Chan agradece el esfuerzo de los 21 países que pelearon durante la Guerra de Corea
mié 30 junio 2010 12:21 PM
Corea se recupera de la Guerra de Corea
GET. Corea Corea se recupera de la Guerra de Corea

Una estatua de bronce fue presentada en Seúl el 22 de junio, honrando al joven héroe estadounidense que cayó en el campo de batalla en 1950. William Hamilton Shaw, candidato de honor a doctorado de la Universidad de Harvard, no dudó en responder el llamado para defender a Corea y proteger la libertad y la paz.

El teniente de la Marina peleó valientemente, orgulloso de estar entre las tropas de la Naciones Unidas conducidas por el comandante en jefe, Douglas MacArthur, en la Batalla de Inchon contra el ejército de Corea del Norte. Su sueño de ser filósofo fue interrumpido a la edad de 28 años.

Sin embargo, su espíritu noble permanece vivo en los corazones de los coreanos, que recuerdan su sacrificio por una causa mayor a su propia vida, por los ideales más queridos por toda la humanidad.

Le Guerra de Corea empezó al amanecer de un domingo, el 25 de junio de 1950.

La guerra fue salvaje y destructiva. A un año del inicio, Seúl había cambiado de manos cuatro veces y estaba en ruinas. Para el final de la guerra en 1953, la población de 1.5 millones en la capital anterior a la guerra se había reducido a 200 mil, con personas padeciendo enfermedades y sufriendo la escasez severa de alimentos.

El resto del país no andaba mejor. Aparte del inimaginable número de víctimas fatales, la exigua infraestructura que había antes simplemente dejó de existir.

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Sesenta años después, el país entero reboza de orgullo, pues Corea exitosamente ganó licitación para exportar una planta nuclear a los Emiratos Árabes Unidos, y presidimos la Cumbre del G20 en Seúl y somos los anfitriones de la Cumbre de Seguridad Nuclear en 2012.

Empezando sin capital financiero, sin infraestructura, y con pocos recursos humanos, hemos logrado mucho, sin duda. De un ingreso per cápita de 67 dólares al final de la guerra, hemos logrado la cifra de 20 mil dólares en 2007, y el total del Producto Interno Bruto creció 745 veces durante ese tiempo. Mucho de esto fue conseguido con nuestros propios esfuerzos y sacrificios.

Como alguien que fue profesor de economía, debo decir que la fuerte inversión en el capital humano fue la sine qua non esencial que propulsó el crecimiento económico coreano. Al lado de eso, la estabilidad política dio un buen telón de fondo, pero el gobierno autoritario que garantizó tres décadas de estabilidad y el enfoque implacable en la política de crecimiento también tuvo su mérito.

Pero, por lo mucho que tenemos que sentirnos orgullosos, siempre recordaremos que también es mucho lo que tenemos que agradecer. Y el 60 aniversario de la Guerra de Corea es una ocasión muy apropiada para expresar nuestra profunda apreciación.

La supervivencia de la República de Corea y sus logros subsecuentes no habrían sido posibles sin la ayuda generosa de nuestros amigos. A cada uno de los 21 países que enviaron a sus hijos a defender a Corea, le tenemos una sincera gratitud.

Estados Unidos también es recordado por los coreanos como el benefactor más generoso que ayudó en la lucha contra la pobreza y los años de posguerra, así como en los primeros años del crecimiento económico que empezó en 1960.

Casi la mitad del gasto público coreano fue financiado en esa época con ayuda de Estados Unidos. Su ayuda no sólo nos permitió construir nuestras primeras fábricas y plantas, pero también alimentar a nuestros trabajadores y a nuestros niños a lo largo de su educación.

A sesenta años desde la Guerra de Corea, ahora podemos responder la pregunta que muchas personas de 21 países se debieron haber preguntado: “¿Por qué fueron llamados nuestros hijos a dar sus vidas para defender a un país que no conocían y a gente que nunca habían visto?”.

Ustedes nos dieron una oportunidad de reconstruir, una posibilidad de prosperar, una posibilidad de lograr la democracia para el beneficio de muchas personas.

Hemos tomado esa oportunidad y hemos construido una economía fuerte y una democracia robusta. Nuestro éxito es un caso modelo que es estudiado por muchos países en desarrollo, y estamos ansiosos de compartir nuestra experiencia con ellos.

Alguna vez fue un país receptor pobre de ayuda internacional, y hoy Corea se ha convertido en un país donante dispuesto a devolverle a la comunidad internacional la clase de ayuda que recibió en el pasado: ayudar a darles a otros países y a otras personas una posibilidad de algo mejor.

La amenaza a la paz todavía permanece en la península sesenta años después de la Guerra de Corea, como se hizo evidente en las recientes tensiones por los experimentos nucleares del Norte y el hundimiento de un buque navalCheonan coreano, el .

Pero hemos enfrentado retos similares en el pasado, y con el apoyo incondicional de la comunidad internacional esperamos prevalecer esta vez, también, en nuestros esfuerzos para asegurar la paz y la prosperidad. Por supuesto, no podemos nada menos que honrar el sacrificio colosal hecho por muchos durante la guerra para mantener esos nobles ideales.

Para aquellos que dieron sus vidas para ayudarnos en la Guerra de Corea, a sus familias, a los estadounidenses y las personas de otros países que nos ayudaron durante la guerra y en los años subsecuentes, espero que lo que Corea ha alcanzado pueda ser una respuesta digna a sus sacrificios.

Los Estados Unidos, el Reino Unido, Turquía, Australia, Canadá, Francia, Grecia, Colombia, Tailandia, Etiopía, los Países Bajos, Filipinas, Bélgica, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Luxemburgo, India, Noruega, Dinamarca, Suecia e Italia, desde el fondo de mi corazón, y de parte de todos los coreanos, muchas gracias.

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