Publicidad
Publicidad

El Partido Comunista chino, a los 89 años, quiere cambiar su imagen

Apertura ante los medios, una escuela para enseñar valores... el PC quiere ser ahora transparente y abierto
sáb 03 julio 2010 06:32 AM
pc chino
pc chino pc chino

El Partido Comunista (PC) de China cumplió 89 años el 1 de julio con felicitaciones propias. Pronunciando un discurso en una reunión que conmemoraba la fundación del PC, el presidente Chino y el jefe del Partido Hu Jintao dijo: “La práctica en los pasados 89 años demostró que el partido ha cumplido las expectativas de la gente”.

El partido, que ahora tiene 78 millones de miembros, siegue siendo el único partido gobernante en la República Popular, rigiendo las vidas de 1,300 millones de personas.

El PC concede favores y patronazgo a través de un sistema centralizado de rangos, privilegios y controles similares a las prácticas de hace 2,000 años de la burocracia imperial china. Todavía profesa lealtad al pensamiento marxista-leninista-maoísta y a las enseñanzas del líder fallecido Den Xiaoping. Pero el partido ha tenido que adaptarse a los tiempos altamente cambiantes.

“Ya no es el partido omnipresente del pasado, pero su ’mano invisible’ sigue siendo fuerte en la economía, los medios, la política y la sociedad”, dice David Shambaugh, autor del libro Partido Comunista de China: atrofia y adaptación.

¿Pero puede sobrevivir el partido a los cambios dramáticos que sacuden China?

Shambaugh, un profesor de ciencias políticas en la Universidad George Washington, dice que el partido ha sido “extraordinariamente adaptativo y flexible” en los últimos 20 años.

Publicidad

“No considero que esté en peligro políticamente, pero sí tiene ciertas debilidades claves, entre las cuales se destaca el resentimiento a las minorías étnicas y la corrupción generalizada”, dice. “La principal estrategia del partido ha sido la cooptación, tratar de cooptar varios grupos sociales. Si eso no funciona, entonces emplean más medidas coercitivas”.

Gordon Chang, autor de El colapso próximo de China, prevé un panorama desalentador. “El partido se adapta como mejor puede a circunstancias extremadamente difíciles”, dijo. “Pero las señales de desintegración social desde enero –atentados en escuelas, huelgas salvajes, asesinatos de jueces- son indicadores fuertes de agitación política”.

La legitimidad del Partido sigue siendo frágil, dice. “La legitimidad del PC se basa en la percepción de que sorteó bien la crisis mundial y de que es responsable por el crecimiento espectacular de la nación. Cuando la economía caiga prontamente –su programa de estímulo es insostenible, y su modelo económico no es acorde a las condiciones globales- tendrá que depender sólo de la coerción”.

Labor de imagen ante los chinos

Entretanto, el PC busca refrescar su imagen, incluso adoptando pasos que parecen ir en contra de la esencia de la tradición comunista. Como toumingdu, el término chino para la transparencia.

“El partido parece haber concluido que la transparencia y la apertura son mecanismos útiles para mejorar su legitimidad y capacidad de gobierno”, dice Shambaugh.

Algunas instituciones del partido dicen que buscarán volverse más amigables hacia los medios de comunicación. En junio 30, once voceros de varios departamentos del PC realizaron una conferencia de prensa en Beijing que los medios chinos describieron como una “muestra sin precedentes de mayor transparencia en los asuntos del partido”.

Cada uno de ellos dio el teléfono de su casa y mostró su curriculum vitae, presentaron las responsabilidades básicas y las políticas de sus labores y respondieron las preguntas de periodistas chinos y extranjeros.

“¿Cuántos de los casi 80 millones de miembros del partido están en el partido por creencias ideológicas genuinas en vez de razones puramente personales y pragmáticas?”, le pregunto a Deng Shengyuan, vocero del Departamento de Organización del Partido, una rama muy poderosa encargada de reclutar a los miembros y de designar a los funcionarios del partido.

“Más de 99% de nuestros miembros son personas trabajadoras común y corrientes”, respondió Deng. “Ellos son la base de las teorías y los objetivos del partido”. Él reconoció que es un hecho que algunos miembros tienen “motivaciones impuras cuando se unen”. El Partido Comunista Chino, agregó, “hará una limpieza y expulsará a los desadaptados”.

Muchos funcionarios del partido han estado implicados en sonados crímenes económicos, aumentando el descontento popular sobre la brecha creciente entre los ricos y los pobres y alienando a los funcionarios del partido de la gente común. Por años, Beijing ha promovido compañas anticorrupción, sólo con un éxito modesto.

En la conferencia de prensa del miércoles, el vocero de la comisión de inspección disciplinaria central, el perro guardián del partido, reveló que en los pasados diez meses más de 5,800 funcionarios han sido penalizados por supuesta corrupción relacionada a grandes proyectos de construcción. “Cerca de 3,400 de ellos han sido llevados a cortes” para posibles juicios criminales, dijo el vocero Song Yuliang.

Se enseña el comunismo

Para mostrar que el Partido está volviéndose más abierto, esta semana China abrió las puertas de su Escuela Central del Partido a un grupo de periodistas. “La escuela y todo el sistema comunista del PC no han tenido mucha interacción con el mundo externo”, dijo Chen Baosheng, vicepresidente de la escuela. “Estamos tratando de cambiar eso. Nuestro partido no tiene nada que esconder”.

En los pasados  80 años, la escuela ha funcionado como un centro de entrenamiento para los funcionarios medios y altos del partido y del gobierno. También ha evolucionado como un grupo de pensamiento que produce artículos de investigación algunas veces comisionados a los más altos líderes de Beijing. Hasta hace poco, era inaccesible para los visitantes.

Por cuatro horas, nos dieron un paseo cuidadosamente coreografiado del extenso campus. Nos permitieron escuchar una charla sobre por qué los sistemas de gestión top-down no suelen funcionar. Pudimos hablar con profesores seleccionados y estudiantes y se nos mostró la cafetería, los anfiteatros y un dormitorio tipo hotel.

Vimos en su mayoría a estudiantes de mediana edad de diferentes provincias y antecedentes distintos relacionándose de forma casual durante los recesos, mientras que otros jugaban basquetbol, bádminton y tenis.

En la cafetería principal de la escuela, los cocineros preparan dos comidas todos los días. Para los estudiantes que tienen cargos de jefes de sección hacia arriba –nos dijeron- el presupuesto de la comida está establecido en 55 yuanes (como 8 dólares) por persona. Pero aquellos que son viceministros y tiene puestas más altos, el precio de es de 70 yuanes (10.30 dólares) por cabeza. Parece que la igualdad absoluta todavía es un objetivo esquivo, incluso en el bastión del comunismo.

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad