Ejército de Brasil inició "pacificación" en favelas liberadas del narco
El Ejército de Brasil comenzó a ejercer labores de "fuerza de paz" en las favelas que fueron arrebatadas a los narcotraficantes a finales de noviembre, informaron fuentes oficiales.
La "pacificación" de las favelas del Complexo del Alemão y Vila Cruzeiro supone la segunda fase en el control de esas barriadas marginales, después de que se haya finalizado la etapa inicial de "ocupación", según las autoridades.
La "fuerza de paz" está subordinada al Comando Militar del Este y estará integrada por soldados del Ejército, policías militarizados y civiles (judiciales), según el acuerdo firmado por el ministerio de Defensa y el gobierno regional.
El documento definió los límites geográficos en los que operará esta fuerza especial y las reglas de actuación que va a seguir en su trato con la población y en el modo que se van a enfrentar a posibles delincuentes.
Los agentes de la fuerza especial desempeñarán funciones policiales, patrullarán estos barrios donde viven cerca de 400,000 personas y tendrán autorización para arrestar a presuntos criminales.
El ministro de Defensa brasileño, Nelson Jobim, aseguró que el acuerdo sirve de "andamiaje jurídico" que va a delimitar qué es lo que cada uno puede hacer y aseguró que los militares continuarán en la zona "sin fecha".
"Ahora lo que cambia para la población es la garantía de que las tropas no van a salir nunca más", dijo el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, en declaraciones a periodistas.
A finales de noviembre, el Ejército brasileño y los cuerpos de policía regionales y nacionales participaron en un operativo inédito para expulsar a las bandas de narcotraficantes que dominaban estos barrios pobres desde hace décadas.
El ataque de las fuerzas de seguridad fue en respuesta a una oleada de incendios a vehículos que fue emprendida por los narcotraficantes, en un desafío a las autoridades.
El cerco concluyó el 28 de noviembre, cuando los policías y militares tomaron el Complexo do Alemão sin resistencia, después de que la mayoría de los narcotraficantes hubiera huido, presumiblemente por la red de alcantarillado.