El Pentágono da 3 pasos para eliminar la política antigays en el Ejército
Han pasado menos de dos meses desde que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, promulgó la ley que ordena eliminar la controvertida prohibición para que personas abiertamente homosexuales entren al ejército , y la milicia ya da pasos para abolir esa política, conocida como “no preguntes y no digas” .
El Departamento de Defensa —también llamado Pentágono— emitió este viernes un memorándum que indica cómo la dependencia comenzará a acatar la nueva norma, cómo entrenará a los soldados tomando en cuenta que en sus filas habrá gays y lesbianas, y cómo comunicará sus avances al Congreso y a la ciudadanía.
El plan se concentra en tres etapas de entrenamiento:
La primera está dirigida a los funcionarios que posiblemente tengan que tratar con frecuencia asuntos relacionados con el tema, como abogados militares.
La segunda etapa contempla a los líderes que tendrán que encargarse de la educación y el entrenamiento de soldados bajo su mando.
La tercera abarca a los miembros en servicio activo, reservistas y civiles que trabajan para el Departamento de Defensa.
Más adelante, el 1 de marzo, el subsecretario de Defensa responsable del personal, Clifford Stanley, entregará a la Casa Blanca un reporte sobre el progreso en la eliminación de la política de “no preguntes y no digas”.
El secretario de Defensa, Robert Gates, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Mike Mullen, también recibirán el documento.
El memorándum señala que no habrá avance en la abolición de la política de “no preguntes y no digas” hasta que las etapas uno y dos hayan terminado y la tres estén en marcha.
En ese punto, el secretario, el jefe del Estado Mayor Conjunto y el presidente certificarán si el departamento está listo para que gays y lesbianas sirvan en el ejército abiertamente . Después de esa certificación, iniciará un periodo de 60 días para eliminar oficialmente la prohibición. La fecha aún no está decidida.
Grupos a favor de los derechos de los homosexuales consideran la abolición de la política de “no preguntes y no digas” como un gran logro en materia de derechos civiles.