¿Por qué la caída de Hosni Mubarak no satisface a los egipcios?
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Londres (CNN) — Cuando el reinado de décadas de Hosni Mubarak llegó a su fin en febrero, la Plaza Tahrir de El Cairo fue un escenario de júbilo mientras cientos de miles de personas celebraban la caída del hombre al que temieron durante años.
Hoy día, la plaza es nuevamente un punto de agitación y enojo contra el régimen egipcio , así como el escenario de un operativo sangriento contra las manifestaciones.
Entonces, ¿qué ha ocurrido para que cambiara el humor de este país de manera tan dramática? ¿Por qué los egipcios ya no están satisfechos con la revolución que ayudaron a concebir?
¿Cómo se derrocó a Hosni Mubarak?
Después de más de 30 años en el poder, Hosni Mubarak se vio obligado a dejar la presidencia el 11 de febrero de este año, tras semanas de agitación y revueltas en todo el país.
Lo que comenzó como una protesta contra el desempleo, la pobreza y la represión, se convirtió en un levantamiento popular generalizado, con cientos de miles de personas protagonizando manifestaciones masivas en El Cairo, Alejandría , Suez y otras partes.
Tras renunciar y entregar el control del país, Mubarak se retiró al centro vacacional de Sharm el-Sheikh en el Mar Rojo , donde posteriormente fue detenido por las autoridades.
¿Quién está dirigiendo al país actualmente?
Tras la salida de Mubarak, el Ejército egipcio disolvió el Parlamento y suspendió la Constitución.
En su lugar, tomó posesión un consejo de generales –el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA)- encabezado por el exministro de defensa Mohamed Hussein Tantawi. Prometieron nuevas elecciones para las cámaras parlamentarias y para la presidencia.
Tras la salida del primer ministro Ahmed Shafik en marzo, Essam Sharaf fue designado como su sustituto en la cabeza del nuevo gabinete encargado de la construcción del camino hacia un gobierno civil.
Pero para muchos, el ritmo que ha llevado la reforma desde la revolución ha sido demasiado lento. “La situación se ha vuelto crecientemente tensa”, dijo la Maha Azzam, experta en Egipto y catedrática del centro de estudios sobre asuntos internacionales con sede en Londres, Chatham House.
“Existe una creciente percepción de que el Ejército, el Consejo Supremo, fue la columna vertebral del régimen anterior y que es, en efecto, una continuación de ese régimen”.
¿Y qué hay del gabinete?
El primer ministro Essam Sharaf y los integrantes del Gabinete , presentaron sus renuncias el lunes por la noche, en respuesta al operativo militar contra los manifestantes.
“Hemos cumplido las demandas del pueblo y hemos presentado nuestra renuncia”, dijo Sharaf, según TV del Nilo, antes de exhortar a los protestantes a mantener la calma y volver a casa.
“Ahora, por favor, pongan los intereses del país por delante. Yo renuncié por los acontecimientos de la Plaza Tahrir, por la responsabilidad política”, comentó a CNN el ministro de Cultura, Imad Edin Abu Ghazi.
El martes, Tantawi anunció que la renuncia masiva fue aceptada y que otro gobierno se instauraría previo a las próximas elecciones.
De momento, Egipto nombró oficialmente este viernes a Kamal Ganzouri nuevo primer ministro , quien deberá conformar un gobierno de salvación. El nuevo primer ministro pidió tiempo para formar un gabinete “que sea aceptado por todos”.
¿Por qué hay problemas en este momento?
Más de nueve meses después del derrocamiento de Mubarak, permanecen muchas de las cosas por las que los revolucionarios pelearon. El país está prácticamente bajo una dictadura, las elecciones aún están por celebrarse y los manifestantes temen que el Ejército no entregue el poder tan fácilmente.
“Ha habido una escala de quejas debido a la arbitrariedad del régimen militar contra los manifestantes”, dijo Azzam.
“La esperanza era que sin el régimen de Mubarak, hubiera libertad de reunión, de expresión, que las leyes de emergencia fueran revocadas y que no hubiera más abusos de derechos humanos. Pero en los últimos meses hemos visto a 12,000 personas sometidas a juicios militares, manifestantes víctimas de operativos y trabajadores a quienes se les ha negado el derecho a participar en protestas”.
Asimismo, hay muchos que están molestos con los cambios propuestos a la Constitución del país, los cuales protegerían al presupuesto militar del escrutinio.
Azzan afirma que el Consejo Supremo “puede haber ido demasiado lejos” con sus planes de un cambio constitucional, el cual considera pretende protegerlo de la rendición de cuentas y mantener la “opacidad” que rodea a sus acuerdos.
¿Todavía tiene influencia Mubarak?
Hosni Mubarak está actualmente bajo juicio por corrupción y la muerte de más de 800 personas durante las protestas de enero, y consecuentemente, su influencia en el país ha decaído.
Sin embargo, una preocupación prioritaria de los protestantes es el hecho de que muchos miembros del Consejo Supremo fueron aliados cercanos del expresidente. El líder del CSFA, Hussein Tantawi, fungió como el ministro de defensa de Mubarak.
“Lo que estamos presenciando es una confrontación entre la población y la oposición con el Ejército”, dijo Azzam.
“Los protestantes están exhortando a que Tantawi renuncie; hay un sentimiento de si Egipto va a incursionar a un gobierno civil, debe deshacerse de los restos del viejo régimen”.
¿Cuál es el punto de vista de la comunidad internacional?
Egipto fue durante mucho tiempo un vínculo entre el mundo árabe y Occidente, y líderes internacionales, muchos de ellos viejos aliados de Hosni Mubarak, dudaron en apoyar los llamados para que renunciara.
Sin embargo, la mayoría no dudó en dar su apoyo a los derechos de los manifestantes para manifestarse libre y pacíficamente, exhortando a las autoridades a autorrestringirse en su manejo de las manifestaciones.
Nueve meses después, Azzam dijo que dichos exhortos para mantener la calma deben ser reforzados.
“La comunidad internacional, particularmente Estados Unidos, debe hacer un llamado para la restricción, exhortar al Consejo Supremo a controlar a las fuerzas de seguridad respecto a su trato con los manifestantes, para garantizar su seguridad”.
¿Qué sigue?
Las elecciones parlamentarias están programadas para el próximo lunes 28 de noviembre, sin embargo, sigue sin estar claro si se pospondrán dada la agitación de los días recientes.
“A menos que veamos una escala en la violencia en los próximos días, pienso que las elecciones se llevarán a cabo”, dijo Azzam. “Pero si hay una escala en la violencia, si la situación se deteriora y se traduce en revueltas, será muy difícil que se realicen. Muchos protestantes han muerto, hay temor de que si el problema se extiende, la situación no hará posible que se lleven a cabo elecciones y veremos un aplazamiento”.
El martes, Tantawi insistió que la votación se realizaría conforme a lo planeado, manifestando su “compromiso de que las elecciones se llevarán a cabo a tiempo”.
Sin embargo, aún faltan meses para las elecciones presidenciales, Tantawi afirma que se realizarán en junio de 2012, y los protestantes están preocupados por que el Ejército permanezca como el gobernante de facto hasta que se nombre a un nuevo presidente. A pesar de que el nuevo primer ministro asegurar que el mariscal del Consejo no quiere mantenerse en el poder, los egipcios no se fían.
Hasta entonces, según Azzam, Egipto es una “revolución inconclusa”.