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EU busca crear grupos armados para proteger los poblados en Afganistán

El jefe de las fuerzas de EU anunció la intención de triplicar el número de afganos armados para proteger sus poblados
dom 11 diciembre 2011 04:18 PM
Militares afganos vigilan el área de kabul
AFP. Afganistan-Ejército Militares afganos vigilan el área de kabul

El jefe de las fuerzas especiales de EU ha dado a conocer un posible plan polémico, el cual busca triplicar el número de afganos armados pagados por la OTAN para proteger sus poblados, bajo un plan alguna vez descrito como “una comunidad vigila con AK-47”.

En un inusual encuentro con periodistas el sábado, el almirante William H McRaven, artífice de la osada incursión estadounidense que puso fin a la vida de Osama bin Laden, dijo que el plan podría entrar en vigor en los próximos dos años.

La cifra de integrantes de la Policía Local Afgana, PLA, podría pasar de 9,800 a 30,000, si el gobierno afgano respalda la propuesta.

Comandantes estadounidenses consideran a los grupos como una solución local y rentable para incrementar la seguridad en las extendidas y anárquicas comunidades rurales afganas. Hasta ahora estuvieron activos en 57 distritos, pero podrían llegar a 99 a finales de 2013.

La real ventaja para la PLA y lo que ofrece a diferencia del Ejército Nacional Afgano y de la Policía Nacional Afgana es la capacidad para que los afganos de sus distritos locales protejan sus propios lugares”, manifestó. “La PLA permite a los hombres permanecer en casa y proteger a sus familias y a sus poblados”.

La PLA creó “una red que puede responder a cualquier amenaza potencial”, dijo.

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El excomandante de la OTAN en Afganistán, general David Petraeus, presentó el plan por primera vez hace 17 meses, describiéndolo ante el Congreso de los EU como “una comunidad vigila con AK-47”.

Pero Human Rights Watch denunció a los grupos de “cometer graves abusos a los derechos humanos” y de no ser considerados responsables por el gobierno afgano.

Estos informes han despertado temores de que los grupos armados podrían atacar a las comunidades que protegen o a las comunidades vecinas, en especial si caen sus sueldos de coalición tras la reducción de la OTAN.

También hay inquietudes de que podrían entrar en rivalidad con grupos vecinos, empeorando así la seguridad para los afganos. McRaven dijo que solo había escuchado pláticas anecdóticas de esos grupos avivando las rivalidades tribales locales, pero que no había visto pruebas fehacientes que respalden esto.

El coronel John Evans, vicecomandante a cargo de las Fuerzas Combinadas de Operaciones Especiales, dijo que con un total de 30,000 individuos los grupos tendrían un costo estimado de mantenimiento anual de unos 170 millones de dólares, lo cual los hace de ellos algo significativamente más barato que la policía o el ejército como método afgano para proporcionar seguridad a nivel local.

Aunque dijo que la PLA no podría ofrecer las mismas habilidades que la policía y el ejército, añadió: “Hay un aspecto económico para la PLA para un gobierno de Afganistán que va a seguir contrayendo compromisos financieros como joven democracia. Esto les da algunas opciones”.

Evans agregó que la formación básica y las responsabilidades locales fueron establecidas para mantener a la PLA en orden. “Hay varios pesos y contrapesos: una investigación a nivel local por los Shuras", o grupos de ancianos de los poblados.

“Esto permite que la gente diga que un hombre sería un buen guardián para ellos ya que lo conocen de toda la vida. Y en segundo lugar, si este joven resulta no ser un hombre honesto, ahora es responsable ante esos ancianos de los poblados, ya que así es como opera la cultura”.

Evans agregó que la PLA se encontraba bajo la competencia del Ministerio Afgano del Interior y rendía cuentas  los jefes de policía locales.

Marino SEAL altamente condecorado y experimentado cazador de terrorostas, McRaven también fue el artífice de la incursión para asesinar a Osama Bin Laden. Se negó a hablar sobre esa operación.

McRaven defendió la controversial táctica de la OTAN de incursiones nocturnas en Afganistán, las cuales se han convertido en un punto de fricción en las negociaciones sobre la presencia militar a largo plazo de los Estados Unidos en el país. Comentó que tan solo el año pasado hubo 2,800 incursiones dirigidas contra los insurgentes en el país, de las cuales solo el 15% dispararon un tiro.

McRaven agregó que de todas las bajas provocadas por las incursiones de la coalición de fuerzas especiales, solo el 1% fueron civiles asesinados por error. La naturaleza invasiva de las incursiones y las muertes de civiles que provocan, los han convertido en profundamente impopulares en el país. Con frecuencia el presidente Hamid Karzai ha exigido que paren de hacerlo.

“Creo que se verá que las incursiones nocturnas son muy valiosas cuando se intenta capturar a alguien que busca ocultarse”, dijo McRaven. “Es un componente importante de la seguridad y creo que debemos proseguir para tener esta discusión con los afganos. No estoy seguro de saber si esto es esencial, pero sé que es importante”.

Sobre las incursiones de las fuerzas especiales en Afganistán, McRaven comentó: “No existe algún uniformado que no se dé cuenta que no podemos terminar nuestro camino hacia el éxito aquí. Estadísticamente, en materia de las incursiones que hacemos, en general el 85% de ellas nunca emiten un disparo. Eso siempre sorprende  a la gente. En un período de 12 meses -y esto es un número que puede corroborarse-  llevamos a cabo aproximadamente 2,800 incursiones en Afganistán.

Aseguró que las bajas civiles eran menos del 1%.

“El número de veces en las que nos involucramos está en un 15%. En cualquier conflicto esos son números bastante buenos. El comando afgano (asociado con las fuerzas de EU) siempre está al frente. Una misión común de esas para los chicos es en la que ellos realizan recorrido de helicóptero dentro de una zona y los afganos portan megáfonos y dicen “por favor salgan, somos las fuerzas de la coalición”.

Informes anteriores señalan que los ataques ocurren en promedio 10 veces por noche, pero a veces alcanzan a ser 40. Las observaciones de McRaven disminuyen un poco ese promedio, pero aun así ofrecen una confirmación oficial de lo común que se ha convertido este tipo de operaciones.

McRaven comentó que en camino están medidas para asegurarse de que futuras incursiones nocturnas sean guiadas por comandos afganos, un posible acuerdo de cara a las quejas vertidas por la presidencia del país. McRaven insistió en que los elementos del gobierno afgano estuvieron a favor de las incursiones.

McRaven también se dirigió a la naturaleza cambiante de la insurgencia tras una década de guerra en Afganistán. Un oficial de operaciones en su equipo dijo que desde la incursión para asesinar a Bin Laden y otras operaciones, “la relevancia de Al Qaeda en Afganistán es cada vez menor. Su liderazgo se ha visto afectado de manera notablemente. Cada vez que intentan y colocan a alguien a la cabeza, los derribamos. Eso ha realmente dañado a Al Qaeda”.

Los insurgentes afganos “ahora ven más a Al Qaeda como un lastre. Ellos (los talibanes afganos) ven que fue un error el alguna vez haberse asociado con ellos”, comentó.

McRaven añadió que la red Haqqani -una parte sofisticada de la insurgencia considerada responsable de varios ataques en Kabul, y de la cual se piensa tiene un importante apoyo militar de Pakistán- estaba conformada por duros combatientes bien abastecidos.

Pero agregó que la red no era del todo dependiente del apoyo paquistaní.

“Creo que los Haqqanis son bastante autónomos. Eso no quiere decir que el apoyo que consiguen de Pakistán no los convierta en una presa más difícil de cazar. Ellos han estado acechando desde hace algún tiempo. Por lo que han desarrollado una red muy extensa en Pakistán y en Afganistán. No creo que rápidamente se marcharan sin considerar quiénes los buscaron”.

Añadió, después de un mes de que las relaciones entre Islamabad y Washington bajaran a un nuevo mínimo, tras un enfrentamiento fronterizo que provocó la muerte a 24 soldados paquistaníes, que Pakistán era “aquí parte importante de la solución. Aunque hemos tenido algunos momentos difíciles aquí, los paquistaníes siguen abiertos al diálogo en distintos niveles”.

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