Urbanistas exaltan el valor arquitectónico de Bagdad pese a ataques
La primera imagen que viene a la mente a la mayoría de la gente cuando escucha hablar de Bagdad son edificios dañados y lugares públicos devastados.
Eso es lo que la urbanista francesa Caecilia Pieri esperaba la primera vez que visitó la capital iraquí a unos meses de la invasión estadounidense en 2003.
Bagdad tiene una historia que se remonta a la antigua Mesopotamia y fue una de las grandes capitales del islam. Sin embargo, el régimen de Saddam Hussein dejó la ciudad moderna en el anonimato para el mundo exterior.
“El auge arquitectónico siguió bajo la dictadura de Saddam, quien gobernó de 1979 hasta que fue derrocado por la invasión, en 2003”, dijo Pieri.
La especialista de origen francés quedó asombrada por encontrar una ciudad de la cual se enamoró. Lo que llamó más su atención fue la arquitectura del siglo XX que tiene Bagdad, incluso las estructuras que se construyeron en los tiempos de Saddam Hussein.
“A pesar del polvo y los rastros de saqueo, los ataques de EU y el desorden, me enamoré de la ciudad moderna”, comentó Pieri, ahora jefa del Observatorio Urbano, en el Instituto Francés del Cercano Oriente en Beirut.
“Descubrí el jardín de la ciudad, la hermosa arquitectura, las maravillosas casas con patios centrales y terrazas (…) En el siglo XX, Bagdad consiguió mezclar elementos tradicionales con métodos de construcción y detalles de decoración de la modernidad”, afirmó.
“La albañilería en Iraq se utiliza desde hace cinco mil años y ofrece características distintas a las que tiene Siria o Líbano”, agregó Pieri.
El conocimiento que la urbanista francesa adquirió sobre las construcciones iraquíes la llevó a hacer una tesis para el grado de doctorado sobre la arquitectura del siglo XX que tiene Bagdad y la publicación del libro Bagdad Art Deco sobre el mismo tema.
Entre la gran arquitectura del régimen de Saddam está la Alcaldía de Bagdad, construida por Hisham Munir, y el Ministerio de Finanzas, edificado por Qahtan Madfai, ambos de la década de 1980, de acuerdo a la apreciación de Pieri.
El arquitecto iraquí Hisham Ashkouri, que ahora trabaja en Estados Unidos, dijo, “Bagdad es una ciudad hermosa con una historia increíble, es una de las ciudades más bonitas del mundo”.
Debido a la violencia sectaria se decidió dividir la ciudad. “Ahora, cuando se conduce por una avenida, se pueden ver muros de concreto u obstáculos bloqueando las calles laterales”, dijo Caecilia Pieri.
Otros problemas a los que se enfrenta la ciudad son los edificios vacíos que son reconstruidos sin algún tipo de regulación; los que alguna vez fueron atractivos y construidos de ladrillo ahora son arreglados con hormigón y metal, y en ellos se construyen jardines en el patio.
“No existen reglamentos, por lo que muchas de las áreas centrales son transformadas en edificios comerciales de mala calidad. En algunos barrios residenciales, muchos de los edificios quedaron vacíos o fueron habitados por personas que no podían darles el mantenimiento adecuado o transformaron los jardines en almacenes”, señaló la urbanista francesa.
El polvo también se convierte en un elemento que trae problemas a la estética de la capital iraquí, desde el momento que Saddam Hussein ordenó cortar árboles de palma, tanto en la ciudad como en el desierto, dejó vulnerables las estructuras frente a tormentas de arena del desierto que ahora llegan las ciudades.
Pieri precisa que, no obstante, existen señales de esperanza para el futuro. Se han hecho programas para volver a plantar árboles de palmeras, y la Alcaldía de Bagdad celebró una conferencia en la que se discutió la preservación del patrimonio de la ciudad.
“Empieza a haber una mayor conciencia de que el patrimonio moderno (de Bagdad) debe ser preservado”, añadió. “Las personas cada vez están más conscientes de que tienen algo muy especial frente a sí”.