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El exdictador Jorge Videla admite los asesinatos de la dictadura argentina

El exdictador confesó por primera vez en un libro la muerte de al menos 8,000 personas durante la Argentina de 1976 a 1983
vie 13 abril 2012 08:19 PM
Jorge Videla
Jorge Videla Jorge Videla

El exdictador Jorge Videla admitió por primera vez que el régimen militar que gobernó Argentina de 1976 a 1983 asesinó a "7,000 u 8,000 personas", el "precio que había que pagar para ganar la guerra contra la subversión".

Videla, de 86 años, hizo esta confesión en el libro Disposición Final, del periodista argentino Ceferino Reato, quien en una entrevista se manifestó este viernes "impactado" por la forma en la que el exdictador relató los horrores cometidos durante la "guerra sucia".

"Me sorprendió cómo Videla me decía las cosas. Siempre lo vi muy articulado, muy preciso en sus recuerdos, usando un lenguaje descarnado y sin metáforas. Parecía un analista de hechos cometidos por otra persona", destacó.

En el libro, de la editorial Sudamericana y que saldrá este sábado a la venta, el exdictador cifró la cantidad de asesinados durante los "años de plomo" y aseguró que el régimen militar hizo desaparecer los restos de las víctimas "para no provocar protestas dentro y fuera del país".

"No había otra solución. En la cúpula militar estábamos de acuerdo en que era el precio que había que pagar para ganar la guerra contra la subversión y necesitábamos que no fuera evidente para que la sociedad no se diera cuenta".

Las confesiones del primero de los cuatro presidentes (1976-1981) que tuvo la última dictadura fueron el resultado de nueve largas entrevistas que Reato, director de la revista económica Fortuna, hizo entre octubre de 2011 y marzo de 2012 a Videla en el penal federal de Campo de Mayo, a las afueras de Buenos Aires. 

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En el libro, Jorge Videla hace una descripción pormenorizada de los métodos usados por la dictadura para secuestrar y asesinar opositores, justifica el uso de la tortura y destaca la influencia de la llamada Doctrina Francesa en la lucha contra las guerrillas. 

Explica que el país fue dividido en cinco zonas antes del golpe del 24 de marzo de 1976 y que se elaboraron listas con las personas que debían ser detenidas tras el derrocamiento de la entonces presidenta constitucional, Isabel Perón.

Los nombres fueron aportados por los espías de las Fuerzas Armadas, pero también por empresarios, ejecutivos, sindicalistas, funcionarios nacionales y provinciales, profesores y dirigentes políticos y estudiantiles, según el autor. 

Videla precisa que no existen listas "con el destino final de los desaparecidos", unos 30,000, según los organismos humanitarios, y señala que la suerte que correrían estas víctimas era decidida semanalmente por el jefe de cada zona.

El exdictador recuerda el robo de bebés , hijos de desaparecidos, cometido en aquella época, causa que le tiene actualmente en el banquillo de los acusados. "Desde el punto de vista estrictamente militar, el golpe de Estado fue un error", resume. 

"Nuestro objetivo (en 1976) era disciplinar a una sociedad anarquizada. Con respecto al peronismo, salir de una visión populista; con relación a la economía, ir hacia una de mercado, liberal. Queríamos disciplinar también al sindicalismo y al capitalismo prebendario", añade.

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