Hollande y Sarkozy buscan los votos del centrista Bayrou
Los dos candidatos a la presidencia de Francia, el socialista François Hollande y el saliente Nicolas Sarkozy, buscan el apoyo del centrista François Bayrou, quien obtuvo el 13% de los votos (3.2 millones de votos) en la primera vuelta del pasado domingo.
Ambos aspirantes respondieron a una carta enviada por el centrista, donde aseguró que en función de lo que contesten decidirá si apoya a uno u otro.
Tanto el presidente Sarkozy como el candidato socialista, favorito según los sondeos, abundan en los puntos comunes de su programa con el de Bayrou y destacan las diferencias de su rival.
Sarkozy recuerda que comparten el compromiso de inscribir en la Constitución la regla del equilibrio presupuestario , algo con lo que no está de acuerdo Hollande, quien sin embargo señala que el rigor en las cuentas públicas figura en su proyecto.
El presidente saliente dice que su programa está dirigido a la reducción del gasto público, uno de los puntos fuertes defendidos por el centrista, y que se ha comprometido a tener déficit cero en 2016, un año antes que su rival socialista.
Blanco de muchas de las críticas de Bayrou durante la campaña de la primera vuelta, Sarkozy utiliza un tono amistoso y asegura que ha trabajado siempre por la "ejemplaridad" de la vida política y que es partidario de introducir ciertas dosis de proporcionalidad en las cámaras legislativas, una de las propuestas del centrista.
Hollande, en tanto, destaca su reforma fiscal, destinada a "restablecer el equilibrio entre ciudadanos y devolver al Estado los recursos de los que ha sido privado en beneficio de intereses particulares", en una clara referencia a las medidas adoptadas por el actual presidente, según el socialista, en favor de los más ricos.
Otra de las discrepancias principales entre Hollande y Bayrou estaba en el proyecto del candidato socialista de contratar 60,000 funcionarios para la educación, un gasto que según el centrista Francia no se puede permitir en estos momentos.
Hollande lo considera "un esfuerzo indispensable y justo" y asegura que su coste es similar a las rebajas fiscales derivadas de la bajada del impuesto sobre la fortuna introducida por Sarkozy.