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Intelectuales analizan resultados del movimiento 15-M en España

A un año de las protestas de los "indignados" de España, intelectuales creen que el movimiento no tiene una dirección clara
sáb 12 mayo 2012 06:25 PM
indignados españa
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Un año después el movimiento del 15-M, que nació en la puerta del Sol de Madrid y se extendió por todo el mundo, sigue creando opiniones diferentes entre los intelectuales.

El filósofo y escritor español Fernando Savater es muy crítico, mientras que filósofo e historiador búlgaro Tzvetan Todorov se siente un "indignado" del movimiento y cree que se han formulado preguntas fundamentales.

Savater, que fue muy crítico desde el inicio del 15-M al que llamó "un hatajo de mastuerzos", hoy cree que este movimiento "probablemente sirvió en su momento para reflexionar sobre política y para que sus miembros se sintieran protagonistas de unas protestas, algo que para ellos sería positivo".

"Sirvió también —continúa— como llamada de atención para mostrar que la población estaba incómoda con algunas medidas que se estaban tomando, pero para nada más".

Para el autor de Ética para Amador, la frase "No nos representan" que acuñó el 15-M al referirse a los gobernantes "es una torpeza, porque la cuestión es que sí te representan y hay que saber cuál es el mejor para que te represente. Hay que tener cuidado, porque políticos somos todos, desde que hablamos y nos manifestamos".

Savater se pregunta, además, "por qué estos indignados no salieron antes a la calle, cuando todo iba bien, cuando la burbuja inmobiliaria estaba en lo alto ¿entonces no había unidad de pensamiento como ellos critican, sería lo mismo, no?", añade, este escritor que cree que este movimiento quedará en nada.

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Todorov, premio Príncipe de Asturias, explica que él es un "indignado". Opina que este movimiento "no ha sido capaz de crear un movimiento político eficaz; sin embargo, sí ha sido capaz de hacer preguntas muy importantes y fundamentales para la sociedad y el marco político".

"Y estas preguntas —añade— son cuál es el sentido de esta vida en la que estamos encerrados y cuál es el tipo de sociedad en la que queremos vivir", asegura este pensador, que reclama a su vez una "primavera europa" y "un refuerzo de las instituciones, y que se escuche a los jóvenes que están sin trabajo y sin perspectivas de vida".

También el filósofo y escritor catalán Rafael Argullol, quien escribió un largo poema llamado Alegato contra la codicia, tras el suicidio de un jubilado griego en abril por las dificultades económicas que atravesaba, considera que el sistema no funciona y que los políticos tienen un perfil muy bajo.

A su vez, el líder de la resistencia francesa Stépahene Hessel con su libro Indignaos, con prólogo del escritor y economista José Luis Sampedro, uno de los intelectuales españoles que siempre ha apoyado este movimiento y que hoy por su salud y avanzada edad no quiere conceder entrevistas, han sido algunas de las caras más visibles del apoyo a esta corriente.

Para algunos, el movimiento 15-M tiene que integrarse en alguna estructura como los partidos para poder  tener diálogo directo con las instituciones . Pero para otros, por la naturaleza del mismo, tiene que seguir creando otro clima de pensamiento que reflexione sobre otros caminos para el mundo y sobre la búsqueda de un cambio de herramientas para manejarnos.

Una corriente de pensamiento, que nace de los movimientos asamblearios y de las redes sociales, y que ha sido reunida en un libro que acaba de salir por este aniversario, bajo el título CT o la cultura de la transición. Crítica a 35 años de cultura española.

Miembros activos del 15-M, escritores, críticos y periodistas reflexionan en este volumen, publicado por Mondadori, sobre cómo este movimiento ha creado una brecha, un antes y un después en la cultura española, la cultura de la transición.

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