El director del Servicio Secreto de EU niega una cultura de mala conducta
El director del Servicio Secreto estadounidense, Mark Sullivan, dijo este miércoles a un comité del Senado que los agentes implicados en el escándalo de prostitución en Colombia fueron "imprudentes" e hicieron "tonterías", pero rechazó las acusaciones de que existe una cultura que tolera tales conductas en la agencia.
En su primera comparecencia ante el Congreso desde que se conoció el incidente de abril, el cual avergonzó a la agencia fundada hace cerca de 150 años, Sullivan dijo que una investigación tras acusaciones similares en El Salvador no reveló la ocurrencia de algún delito.
"Esto no es una cuestión cultural, esta no es una cuestión sistémica", insistió Sullivan, al argumentar que una mala conducta similar no se ha producido en miles de viajes al extranjero por parte de agentes del Servicio Secreto. "En este viaje en particular, tuvimos personas que tomaron decisiones muy malas".
Sin embargo, miembros de alto rango del Comité de Seguridad Nacional del Senado sugirieron que el problema pudo haber sido producto de una cultura de mala conducta, la cual era necesaria abordar.
"Si uno de los agentes no hubiera discutido con una de las mujeres acerca de cuánto le debía, el mundo no habría conocido esta sórdida historia", dijo el presidente del comité, el senador Joe Lieberman, un independiente por Connecticut, durante su declaración de apertura en la audiencia de este miércoles.
Añadió que era difícil creer que en una noche los 12 agentes "de repente y de forma espontánea hicieron algo que ellos y otros agentes nunca había hecho antes".
La senadora republicana por Maine, Susan Collins, dijo que el episodio era "casi seguramente" un hecho no aislado.
Collins es la republicana de mayor rango en el panel que investiga el escándalo donde también presuntamente están implicados militares estadounidenses, y que se produjo poco antes de que el presidente Barack Obama llegara a la Cumbre de las Américas en Cartagena.
Lieberman y Collins proporcionaron nuevos detalles del incidente, y detallaron cómo una docena de agentes del servicio secreto salieron a la ciudad en grupos de dos, tres o cuatro a clubes nocturnos, y regresaron a su hotel con mujeres extranjeras.
Collins dijo que las circunstancias sugieren que "las normas son diferentes en la práctica".
Cuando Collins señaló que los agentes utilizaron sus propios nombres al firmar para que las mujeres entraran a sus habitaciones, lo que indica que no tenían miedo de ser descubiertos, Sullivan respondió que “entre el alcohol y no sé, el ambiente, estos individuos hicieron algunas cosas tontas”.
Agregó que "no hay excusa para ese tipo de comportamiento”, lo cual dijo fue “imprudente".
Sullivan también reveló que dos de los agentes del Servicio Secreto que en un principio dijeron que iban a renunciar por el escándalo ahora están tratando de impugnar su destitución. Dijo que la agencia tratará de revocar las autorizaciones de seguridad de los dos, lo que efectivamente les impedirá continuar trabajando para el Servicio Secreto.
Al ser interrogado, Sullivan dijo que los hechos nunca comprometieron el plan de seguridad para el viaje de Obama.
"Estoy profundamente decepcionado, y pido disculpas por la conducta de estos empleados y la distracción que esto ha causado", dijo Sullivan, para luego añadir: "quiero asegurarme de que este tipo de conducta que ocurrió en Cartagena nunca se repita".
El incidente involucró a alrededor de 20 presuntas sexoservidoras y se ha traducido en el despido de nueve miembros del Servicio Secreto. Otros tres fueron absueltos de una falta grave. El Ejército está investigando la presunta participación de 12 de sus integrantes, pero aún no ha anunciado algún resultado.
Además, Sullivan hizo comentarios sobre denuncias de que el personal del Servicio Secreto participó en la mala conducta en marzo del 2011 durante un viaje a San Salvador, El Salvador.
"Después de varios días en San Salvador y la realización de 28 entrevistas con gerentes de hoteles y empleados, individuos del Departamento de Estado de Estados Unidos, otras agencias del gobierno y empleados contratados y asignados para ayudar al Servicio Secreto, no se encontró evidencia para sustentar las acusaciones", dijo.
En tanto, tres agentes de la DEA se encuentran bajo investigación por supuestamente solicitar sexo en Cartagena. Uno de ellos tenía una relación duradera con una sexoservidora, dijeron dos fuentes gubernamentales cercanas a la investigación.
Los agentes de la DEA no estaban involucrados en la seguridad para el viaje del presidente, agregaron las fuentes gubernamentales.
La relación del agente de la DEA con la mujer salió a la luz después de que un agente del Servicio Secreto se presentó voluntariamente ante sus superiores y aseguró que él estuvo en una fiesta en un apartamento en Cartagena el 13 de abril, donde los tres agentes y varias mujeres estaban presentes, según las fuentes gubernamentales.
Ted Barrett, Kate Bolduan, Ashley Hayes y Dana Bash contribuyeron con este reporte.