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Mexicanos en Egipto encuentran su oportunidad laboral pese a las protestas

La crisis política egipcia altera la rutina de los mexicanos, que resisten por el nivel de vida que les supone quedarse allí
vie 09 agosto 2013 06:02 AM

La actual crisis política y social de Egipto ha provocado que los extranjeros que viven en el país norteafricano, 172 mexicanos entre ellos, tengan que adaptar sus horarios y sus trayectos a las manifestaciones constantes. Pero todavía cuentan con motivos para quedarse a pesar del clima de violencia.

Miriam Ivett Sánchez reside en El Cairo desde hace algo más de un año y trabaja como teleoperadora subcontratada por una empresa española. “Vine aquí por vivir en otro lado, por aventura, por crecer como ser humano”. Entre sus razones para permanecer en el país norteafricano destaca su estilo de vida, seguir descubriendo “un país maravilloso y milenario”, y su pareja, según explicó a CNNMéxico.

Más allá de los aspectos sociales, Miriam, de 23 años y originaria de San Luis Potosí, pondera el factor económico como causa principal para seguir viviendo en Egipto en pleno levantamiento social.

En México, trabajaba en una fábrica de material electrónico, donde ganaba 9,500 pesos al mes. En Egipto, a pesar de que su salario es menor, “los precios son más bajos y existen más opciones laborales”, según su testimonio. “Los extranjeros tenemos muchas oportunidades aquí, algo que no pasa en México. Aquí les da igual si eres cristiano, ateo, blanco o negro. Siento que en México cada vez es más difícil encontrar un trabajo. Depende mucho de la gente que conozcas, de tus trabajos anteriores”, dijo Miriam. 

La joven potosina destaca que, mientras que el salario de los egipcios ronda las 1,500 libras al mes (2,700 pesos, aproximadamente), los extranjeros ganan el doble o el triple. A principios de 2013, el desempleo en Egipto era del 13%, según el Banco Mundial.

Como a muchos de los mexicanos que viven en allá, al marido de Rosa del Carmen Mazariegos, de 29 años, le ofrecieron hace dos años una oportunidad laboral en El Cairo, que ambos tomaron con la ilusión de vivir en un país árabe. En aquel momento, la pareja no pensaba que habría días en los que no podrían pisar la calle. Tras la última oleada de protestas, la empresa de su esposo le propuso a ella irse del país, pero no quiso dejar a su marido y la estabilidad social que les ofrece el país.

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Actualmente viven 172 mexicanos en Egipto, la cifra más baja de los últimos dos años, de acuerdo con la Secretaría de Relaciones Exteriores mexicana. Antes de la caída de Mubarak, el dato era de 182 personas, según estadísticas de diciembre de 2012. La información de la Secretaría de Relaciones Exteriores de 2013 señala que la comunidad mexicana está formada por 119 registros familiares (228 personas en total, incluidos niños y cónyuges extranjeros de ciudadanos mexicanos).

Otra de ellas es Lupita Mendoza, de 43 años. “Venía a visitar a unos amigos y después me casé aquí”, dijo en entrevista con CNNMéxico. Vive en El Cairo desde hace poco más de un año y trabaja como maestra.

Los motivos económicos también pesan en su caso. Cuando vivía en Monterrey, Nuevo León, ejerció como profesora de inglés y español, por lo que cobraba 6,000 pesos. Su salario actual es de 8,000 libras al mes (en torno a 15,000 pesos). Un egipcio en su mismo puesto cobra en torno a 2,000 libras (3,600 pesos, aproximadamente). “En cuestión de trabajo, me conviene más vivir acá, pues no hay problema con la edad y como extranjera tienes muchas oportunidades de trabajar y bien pagadas. Si regreso a México, no tendría un buen salario”, dijo Lupita.

Aunque les compensa vivir ahí, admiten cómo las protestas les han restado libertad. “Cuando recién llegué, siempre salíamos a tomar el café en la noche, a caminar por el Nilo. Pero a lo largo de este año, fueron disminuyendo las oportunidades de ir y venir. Ahora esa zona está llena de manifestantes”, dijo Miriam.

“Empieza a ser desesperante poder salir únicamente los fines de semana con mi pareja. Salir por las mañanas a desayunar, procurando estar en casa antes del mediodía, que es cuando los egipcios terminan el rezo, para evitar cualquier tipo de contratiempos o riesgos”, dijo Rosa del Carmen en entrevista con CNNMéxico.

“El hecho de tomar el metro que pasa por Plaza Tahrir causa pavor”, dijo a CNNMéxico Juan Elwin Alvarado Vargas, de 24 años, recién graduado del Instituto Tecnológico de Querétaro y que realiza prácticas profesionales desde hace tres meses en la ciudad de Maadi. El 68% son estudiantes, el 17% son profesionistas y el 9%, amas de casa, según el Instituto de Mexicanos en el Exterior.

La embajada de México en El Cairo lanzó un comunicado el 3 de julio con la petición a los mexicanos de “no involucrarse en actividades o protestas políticas, evitar las aglomeraciones, no acudir a los distritos donde se lleven a cabo las protestas y evitar desplazamientos innecesarios al interior del país”.

El conflicto egipcio inició en la Primavera Árabe de hace dos años, con la caída del régimen de Hosni Mubarak. En esa ocasión, casi 100 mexicanos solicitaron apoyo al gobierno de México para salir del país, según la Secretaría de Relaciones Exteriores. La institución tramitó el regreso de 35 de ellos.

El resto se quedó en medio de una aparente estabilidad con la llegada al poder de Mohammed Morsi hace un año, pero los opositores y el Ejército acabaron con su mandato. Desde entonces, más de 100 personas han perdido la vida en los enfrentamientos, con el epicentro en la Plaza Tahrir, la principal de El Cairo. El gobierno mexicano no reporta que haya recibido solicitudes para dejar el país en esta ocasión.

Constanza Gallardo contribuyó con este reporte.

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