Tres niñas escapan de su padrastro tras varios meses de cautiverio en EU
Tres hermanas que estuvieron prisioneras posiblemente durante dos años en Tucson, Arizona, fueron bombardeadas con música o ruido blanco día y noche, dijo la policía el miércoles.
La tortura psicológica es la más reciente acusación en un caso que fue conocido la madrugada de este martes, cuando dos de las niñas, entre 12 y 13 años, corrió a la casa de un vecino para escapar de su padrastro que estaba armado con un cuchillo, dijo el jefe de policía, Roberto Villaseñor, durante una conferencia de prensa.
Las autoridades encontraron a la tercera de las hermanas, de 17 años, encerrada en una habitación, dijo.
Las niñas —que parecían desnutridas y muy sucias— dijeron a los investigadores que habían sido "encarceladas en sus dormitorios durante al menos los últimos meses y posiblemente hasta dos años", según un informe de la policía sobre el incidente.
Dentro de la casa, las autoridades alegan que encontraron una escena macabra: puertas cerradas con sistemas de alarma, de video y de sonido que supuestamente permitía a la pareja ver a las chicas mientras las torturaban con un "constante bombardeo" de música.
El padrastro de las niñas, Fernando Richter, de 34 años, y la madre, Sophia Richter, de 32 años, fueron detenidos y trasladados a la cárcel del condado de Pima.
Sophia Richter enfrenta tres cargos de secuestro, tres cargos de abuso o maltrato emocional y tres cargos de abuso o maltrato físico. El padrastro se enfrenta a los mismos cargos, además de un cargo adicional de abuso sexual a una persona menor de 15 años, según el informe.
Villaseñor no dio detalles sobre la acusación de abuso sexual este miércoles, diciendo solamente: "teníamos suficiente para acusarlo de eso".
Un juez fijó el miércoles las fianzas de Fernando Richter en 100,000 dólares y Sophia Richter en 75,000 dólares después de que la pareja apareció en la corte a través de un vídeo, de acuerdo con KOLD, filial de CNN.
El caso comenzó a conocerse después de las 04:00 horas (local) del martes, cuando la policía respondió a un reporte de un incidente doméstico que implicaba un cuchillo, de acuerdo con el reporte.
Cuando la policía entró en la casa, se encontraron con la joven de 17 años encerrada en su dormitorio.
Cuando abrieron la puerta, se encontraron con música a todo volumen que no podían oír desde el pasillo porque los conductos de la habitación habían sido sellados y había toallas metidas debajo de la puerta, dijo Villaseñor.
"Lo que las niñas nos dicen es que eran 24 horas, siete días de música o estática", dijo Villaseñor.
Las cámaras fueron instaladas en los dormitorios de las chicas, y si aparentemente a las chicas les gustaba la música, eran entonces expuestas a ruido blanco o estática, dijo.
Las chicas estaban "extremadamente sucias" y dijeron a la policía que no se habían bañado en por lo menos cuatro meses, de acuerdo con el reporte del incidente. "Se mantuvieron en condiciones de vida de inmundicia y, al parecer solo se alimentaban una vez al día", dijo.
Los investigadores también encontraron pruebas de que las chicas se vieron obligadas a utilizar sus armarios del dormitorio como cuarto de baño, según el informe.
Un periodista durante la rueda de prensa este miércoles dijo a Villaseñor que la abuela de las menores las acusó de exagerar su situación, diciendo que las niñas fueron educadas en casa y no podían salir porque a sus padres no les gustaba el barrio.
Varias evidencias sugieren otra cosa, dijo el jefe, citando específicamente un diario en el que se documentaron los últimos 18 meses, que fue encontrado en la mochila la joven de 17 años. También hubo alarmas en puertas interiores y videos de vigilancia constante en los dormitorios de las niñas, dijo.
Cuando se reunieron las hermanas, dijo Villaseñor, "a los detectives les pareció que ellas no se habían visto desde hace bastante tiempo".
Los vecinos que ofrecieron ayuda a las niñas la noche en que se presentaron pidieron no ser identificados y dijeron a KTVK que habían vivido allí desde agosto y nunca habían visto a ningún niño.
Uno de los vecinos dijo que las niñas "estaban angustiadas y visiblemente alteradas... No tenían zapatos, y parecía que acababan de salir de la cama".
Chelsea J. Carter colaboró con este reporte
