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Helicópteros y herramientas: escapes asombrosos de prisión

A lo largo de la historia, los presos se las han arreglado para escapar de su encierro, ya sea espectacularmente o con planes discretos
lun 08 junio 2015 07:50 PM

Se supone que las prisiones son los edificios de donde es más difícil escapar. Pero una y otra vez, los presos se fugan: a veces escapan dramáticamente en helicóptero, otras simplemente se escabullen por las grietas… literalmente.

Hace poco, dos asesinos convictos usaron herramientas con motor para escapar de una prisión en el estado de Nueva York, Estados Unidos. Los presos cortaron un muro de acero y se abrieron paso por un laberinto de tuberías y respiraderos hasta que escaparon por una coladera.

Pero su escape no es el más asombroso. Estos son otros cuatro escapes extraños de prisión:

Los amantes franceses

Nadine Vaujour estaba tan decidida a sacar a su esposo de una prisión en París que aprendió a volar helicópteros solo para el escape.

Su esposo, Michel Vaujour, purgaba una sentencia larga por intento de homicidio y robo a mano armada. En mayo de 1986, el diario estadounidense The Chicago Tribune reportó: "Vaujour logró llegar a la azotea de la prisión arrojando nectarinas pintadas para que parecieran granadas".

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La mujer recogió a su esposo en un helicóptero y se lo llevó hacia una cancha de futbol, en donde aterrizaron y huyeron.

Pero pronto se les agotó la suerte. Encontraron y arrestaron a Nadine Vaujour en el suroeste de Francia y Michel sobrevivió a un tiro en la cabeza durante un robo fallido a un banco.

El viajero frecuente

Al parecer los escapes en helicóptero son populares entre los presos franceses. Pascal Payet no escapó por los aires una vez, sino tres, según la Asociación de Propietarios de Aeronaves y Pilotos.

La primera vez, el francés usó un helicóptero para escapar en 2001 de una prisión en Luynes.

Dos años después, ayudó a unos presos de la misma prisión a escapar en un helicóptero.

A final de cuentas lo atraparon, pero escapó por tercera vez de otra prisión, en 2007, con un helicóptero que cuatro hombres secuestraron.

Payet y sus cómplices escaparon y el piloto salió ileso. A final de cuentas, capturaron a Payet en España.

Ingenio en Alcatraz

El objeto de la Penitenciaría Federal de Alcatraz es mantener encerrados a los presos peligrosos en una isla-prisión rodeada de aguas gélidas y peligrosas para que no tuvieran posibilidades de escapar.

Pero lo hicieron.

En 1962, Frank Morris y los hermanos John y Clarence Anglin fabricaron unas intrincadas cabezas falsas (con cabello humano auténtico y demás) para engañar a los guardias durante sus revisiones nocturnas. Usaron taladros caseros para agrandar las ventilas de las celdas y poder escapar.

"Luego descendieron por un desagüe pluvial, en el extremo norte de las celdas y llegaron al agua", según la Oficina de Prisiones. "Usaron impermeables de la prisión para fabricar chalecos salvavidas rudimentarios y una lancha estilo catamarán para ayudarse a nadar".

Décadas después sigue siendo un misterio cómo lograron cruzar la bahía de San Francisco y salir con vida. No han surgido rastros de los hombres, pero se presume que Morris y los hermanos Anglin desaparecieron y se ahogaron.

Cómo escabullirse por la ranura de la charola de comida

Choi Gab-bok tuvo mucho tiempo libre durante los 23 años que estuvo tras las rejas. Por eso, el ladrón convicto se hizo experto en yoga, habilidad que le ayudó a escaparse de una estación de Policía en Daegu, Corea del Sur.

Una noche de 2012, Choi esperó a que los agentes se quedaran dormidos para escabullirse de su celda a través de la ranura rectangular por la que se mete la charola de comida, según la agencia noticiosa coreana Yonhap .

Para poner las cosas en perspectiva, Choi medía alrededor de 1.65 m y pesaba 52 kilos. La ranura para la charola medía unos 46 cm de ancho y 15 cm de alto.

Choi se untó un ungüento para poder deslizarse más fácilmente entre los barrotes. Funcionó y se escabulló hacia la libertad.

Sin embargo, atraparon a Choi seis días más tarde y lo pusieron en una celda con una ranura para comida más pequeña.

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