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¿Cuál es mi parentesco con el 'Homo naledi'?

La especie de homínido recién descubierta en Sudáfrica, tiene algunos rasgos humanoides, pero aún falta determinar su antigüedad.
dom 13 septiembre 2015 10:00 AM
homo naledi
homo naledi homo naledi

Seguramente recuerdas qué se siente ser un niño en una habitación llena de adultos cuyos nombres y parentescos no entiendes del todo.

¿La tía quién? ¿El primo qué?

Así es como están las cosas en la evolución humana, particularmente ahora que de las profundidades antropológicas surgió una nueva rama del clan que se las arregló para llegar a la fiesta.

¿El Australopithecus qué? ¿Cuál exactamente es la relación del Homo Naledi conmigo?

Un equipo de científicos descubrió esta especie nueva de pariente del humano en unos fósiles que se encontraron en una cueva cerca de Johannesburgo, Sudáfrica.

Pero no esperen que el hallazgo resuelva la confusa y larga historia familiar humana, de acuerdo con Steven Churchill, paleontólogo de la Universidad de Duke, Estados Unidos, que formó parte del equipo que trabajó en el Homo naledi.

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Ahora, dice, "nuestra ignorancia es mejor".

Sin embargo, hay pistas. Estas son algunas:

La gente verdaderamente antigua

Al igual que Tobías, el bisabuelo de tu primo, quien no habla mucho y cuyo linaje sigue siendo un misterio incluso para tu mamá, la historiadora de la familia, el Ardipithecus ramidus es el miembro más antiguo de nuestro árbol genealógico.

Los científicos que descubrieron al ramidus, a quien apodan Ardi, dicen que esta especie es un ancestro común tanto de los humanos como de los simios africanos, según el Instituto Smithsoniano.

Estos individuos rondaron África hace unos cuatro millones de años y son parte de la rama más antigua de miembros parecidos a los simios en nuestro árbol genealógico, conocidos como Ardipithecus.

Recomendamos: ¿Cómo llegó el ser humano a conquistar el planeta?

La tía abuela favorita de todos

¡Miren! Es la tía Gladys, quien está un poco chiflada, hace fiestas grandiosas y siempre tiene un regalo para los niños. ¡Todos la conocen!

Y todos conocen también a Lucy. Sus huesos fosilizados fueron la evidencia más antigua de la bipedación, es decir, andar sobre los pies, igual que los humanos.

Lucy y otros Australopithecus afarensis tenían rostros parecidos a los de los simios, cerebros pequeños y dedos curvos, ideales para trepar a los árboles. Sin embargo, estos personajes de casi 1.5 metros de alto también tenían rasgos que indicaban que andaban erguidos.

Esa capacidad los separa de sus predecesores, los Ardipithecus, por lo que los Australopithecus son uno de los grandes saltos hacia la humanidad moderna.

Los Afarensis vivieron entre 3.85 y 2.95 millones de años atrás. Los científicos identificaron una especie similar, la Australopithecus africanus, que probablemente vivió hace apenas 2.1 millones de años.

En general, los australopitecos vivieron entre 3.85 y 1.2 millones de años atrás, según el Smithsoniano.

Los tíos

Ya conoces a estos muchachos. Están pasando el rato en el garaje, comiendo alitas de pollo, hablando de motosierras y montando en las podadoras de césped.

Eso los relaciona con nuestros ancestros, cuyo rasgo distintivo fue el uso de herramientas.

Aunque hay algunas pruebas de que Lucy y sus parientes pudieron haber usado herramientas hace 3.4 millones de años, la transición hacia el género Homo se marca con el uso (y la fabricación) de herramientas.

Es entonces que nuestros ancestros empiezan realmente a parecer humanos.

Algunos de los ejemplos más importantes de este grupo son el Homo habilis (hombre hábil), el Homo erectus y el Homo heidelbergensis.

Alguna vez se creyó que el Habilis fue el primer homínido que usó herramientas, pero las pruebas ahora indican que el uso de herramientas podría ser anterior a su existencia.

El cuerpo del Homo erectus se parecía mucho al de los humanos modernos. Hay pruebas de que fabricaban hachas de mano y de que cuidaban a los enfermos, según el Smithsoniano.

Y vaya que lo hacían bien. Se cree que fueron la primera especie que salió de África y llegó a Asia, además de que duró nueve veces más tiempo que lo que ha vivido nuestra especie, según el Smithsoniano.

También está la heidelbergensis, que existió entre 700,000 y 200,000 años atrás y puede ser el ancestro directo de nuestra especie, Homo sapiens.

Esta especie es notable porque fue la primera que cazó animales grandes y construyó refugios, según el Smithsoniano.

Los primos

Como en toda reunión familiar, los niños suelen quedarse aparte.

Si te preguntas si nosotros, los Homo sapiens, tuvimos algo que ver con esos vejestorios del mundo homínido, la respuesta sería no. Sin embargo, hay al menos una especie con la que el Homo sapiens interactuó: el Homo neanderthalensis. Los conoces como los neandertales.

Hasta el anuncio del jueves, se creía que los neandertales habían sido la otra especie de homínidos (además de los humanos) que enterraban a sus muertos. También eran expertos fabricantes de herramientas y manejaban diestramente el fuego. Interactuaron con los primeros humanos, quienes salieron en escena hace unos 200,000 años.

Leer: Los neandertales y los humanos fueron 'vecinos'

¿Por qué desaparecieron? Nadie lo sabe con certeza. Los científicos solían pensar que los humanos los exterminaron, pero las nuevas investigaciones indican que el cambio climático de la antigüedad pudo ser la razón.

Algunos científicos dicen que tal vez solo se desvanecieron al mezclase con el Homo sapiens.

Sondeo: ¿Ciencia o religión? ¿Quién tiene la razón sobre la evolución del ser humano?

¿Cuál es el lugar del Homo naledi?

Aún no se ha determinado la antigüedad de los fósiles recién descubiertos, así que es un poco difícil saberlo, de acuerdo con Churchill.

Sin embargo, a juzgar por las características físicas, parecen ser un eslabón entre los primeros australopitecos y los humanos más modernos como el Homo erectus, dice.

Leer: ¡Hola, ancestro! 'Homo naledi' cambia el árbol genealógico de la humanidad

En algunos aspectos parecen humanos: su pie es idéntico al nuestro, tienen rasgos faciales parecidos, extremidades alargadas y manos que indican que tenían la capacidad de manipular objetos cuidadosamente.

Pero, en otros sentidos, se parecen definitivamente a los australopitecos: sus dedos son curvos y recuerdan a los de los trepadores de árboles; su tronco es simiesco y su cerebro es muy, muy pequeño.

Pero no son el único eslabón posible ni el último que encontraremos, dijo Churchill.

"Toda la gente de mi campo dice: 'necesitamos más fósiles, necesitamos más fósiles'", dijo. "Luego encontramos más fósiles y terminamos sabiendo menos que antes".

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