Las mujeres ya podrán usar burkini en Francia: tribunal anula la prohibición
Los alcaldes de Francia no tienen derecho a impedir el uso de los burkinis, determinó el Consejo de Estado (máximo tribunal administrativo) del país este viernes, suspendiendo así la prohibición que habían establecido varias ciudades y pueblos franceses.
La prohibición del burkini en playas francesas es el más reciente movimiento de los políticos para impedir el uso de vestimentas religiosas en público.
En abril de 2011, Francia se convirtió en el primer país europeo en prohibir el uso del burka, un vestido que cubre de pies a cabeza e incluye una malla sobre los ojos, y el niqab, un velo que cubre completamente la cara excepto en los ojos.
Las mujeres que rompen esta regla enfrentan multas de 150 euros o la obligación de cumplir con un servicio público.
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Este mes, Cannes, ciudad en la Riviera Francesa famosa por su festival cinematográfico anual, prohibió el uso del traje de baño religioso.
Quien no respete la prohibición temporal, que inició el 28 de julio y seguirá hasta el 31 de agosto, enfrentan multas de 38 euros, anunció la oficina del alcalde de Cannes.
Sara Silvestre, profesora de la Universidad de la City en Londres, quien se especializa en religión y política, dijo a CNN que la prohibición beneficia a los intereses de los extremistas.
“Al Qaeda e ISIS crecen cada vez que las naciones occidentales les dan munición para argumentar que Occidente discrimina o estigmatiza a los musulmanes”, afirmó.
“Lo que provocan estas leyes es que los musulmanes se sientan marginados y, en retorno, el no sentirse bienvenidos impacta en su habilidad y deseo de integrarse en la sociedad, lo que puede generar un alejamiento y enganchamiento con grupos radicales”, añadió.
Tras los ataques al semanario francés Charlie Hebdo, Nekkaz dijo que políticos se aprovecharon del miedo al islam, que se esparce entre la población, para reducir las libertades en Francia, lo que él consideró como un “movimiento inaceptable, inadmisible e intolerable”.
Ventas en aumento
Kausan Sacranie, quien vende burkinis en Reino Unido a través de su marca Modestly Active, estima que sus ventas han subido 50% desde que se desató la polémica sobre el uso de esta prenda en Francia.
La vendedora consideró la prohibición “ridícula”, ya que “el producto está pensado para liberar a la mujer y hacerla parte de la sociedad”.
La marca de Sacranie ha ganado premios y muchas mujeres no musulmanas también la compran, dijo. Incluso diseñó un burkini para la chef Nigella Lawson, quien buscaba un traje de baño que protegiera su piel del sol.
Aheda Zanetti, la mujer a quien se le da crédito por invertar la prenda, dijo que la prohibición francesa ha elevado su demanda: “Las ventas en línea (de Ahiida, su marca) son extremadamente fuertes”.
Zanetti consideró que las ventas han aumentado 90% en la última semana.