La alma mater de Hillary Clinton, su arma secreta rumbo a la Casa Blanca
Nancy Wanderer ha usado con orgullo una playera con la leyenda “Elige a Hillary Clinton” todos los días desde la Convención Nacional Demócrata en julio y hasta el día de la elección. En su coche tiene ocho calcomanías en apoyo a Clinton.
“Las personas se acercan a mí todo el tiempo para hablar de Clinton, sobre todo en tiendas”, dijo Wanderer, una profesora universitaria retirada de Maine que también ha hecho campaña de casa en casa en su estado y en New Hampshire.
Clinton ha recibido apoyo sin precedentes de mujeres estadounidenses. Celebridades como Katy Perry y Beyoncé han manifestado su apoyo a la candidata, además el 58% de sus donantes de campaña son mujeres, de acuerdo con datos de OpenSecrets.org, que hace un seguimiento de las recaudaciones de fondos políticos.
Pero Wanderer es parte del arma secreta de Clinton. Ella no es sólo una seguidora que conoce a la candidata personalmente desde hace 50 años. Eran compañeras de clase en Wellesley College, una universidad exclusiva para mujeres en las afueras de Boston de donde han salido personajes como la presentadora Diane Sawyer; la miembro de la junta de Apple Susan Wagner y la exsecretaria de Estado Madeleine Albright.
Hay alrededor de 6,000 mujeres de la universidad de Wellesley apoyando a Hillary.
“Ellas no sólo ven a Clinton como una candidata, ella es su amiga y hermana”, dijo Wanderer a CNNMoney.
Hillary sin filtros
“Cuando ves a Hillary sin filtros, entonces entiendes su sentido de compasión, su autenticidad y sus convicciones”, dijo Susan Esserman, una de las fundadoras de Wellesley Women for Hillary y miembro de la clase de 1974.
Las excompañeras de Clinton en Wellesley han organizado numerosos eventos en los que registran a los votantes, van de puerta en puerta, realizan llamadas a favor de la candidata y donan a su campaña. Laurelle Cheng, graduada de diseño en 2015, vendió cerca de 1,000 camisetas que dicen “Wellesley con Hillary” y “Hillary 2016”. Todos los ingresos fueron destinados a la campaña de la demócrata.
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Sin embargo, su mayor contribución está en hablar con los votantes y tratar de convencerlos de apoyar a la candidata. Esserman, miembro de un bufete de abogados, organizó una recaudación de fondos para Clinton en su casa de Bethesda, Maryland, en septiembre de 2015.
“Algunos escépticos llegaron a este evento. Les impresionó mucho verla en persona”, recuerda Esserman. “Clinton se tomó el tiempo para saludar a cada persona, incluidos los niños”.
Wellesley, la fuerza de Clinton
Las defensoras de Wellesley se han convertido en una fuerza tal que Clinton las reconoce regularmente en la campaña electoral. El mes pasado, escribió una nota personal de agradecimiento a su profesor de ciencias políticas de la institución Alan Schechter.
“La razón por la que Hillary es tan leal a Wellesley es porque siente el apoyo de lo que universidad ha hecho por ella”, dijo Schechter, de 80 años. “Ella siempre agradece por mi continuo apoyo”.
El famoso discurso de Clinton de 1969
Cuando la gente pregunta sobre Clinton, Wanderer a menudo cuenta la historia del día de su graduación de Wellesley en la primavera de 1969. Estados Unidos estaba en medio de la guera de Vietnam y el movimiento de los derechos civiles.
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Hillary, como se le conocía entonces, se convirtió en la primera oradora. Su discurso fue noticia en todo el país, incluyendo una mención en la revista Life porque ella contestó los comentarios de un senador republicano que habló justo antes que ella. Había tratado de disuadir a los estudiantes de protestar.
“Creemos que durante demasiado tiempo nuestros líderes han visto la política como el arte de lo posible. Y el reto ahora es practicar la política como el arte de hacer lo que parece ser imposible, posible”, dijo Clinton.