El triunfo de Macron mantiene a raya al populismo y pone de regreso al centrismo

A minutos de comenzar su discurso de aceptación, Emmanuel Macron reconoció el “enojo, ansiedad y duda” entre la gente que votó por su rival Marine Le Pen. Al dirigirse a sus partidarios tan directamente y tomando con tanta seriedad sus preocupaciones, el próximo presidente de Francia demostró que sabe que su triunfo histórico no derrotó al populismo, simplemente lo mantuvo a raya.

El margen de victoria de Macron, 66% a 34% fue decisivo. Su logro, desde la creación de un nuevo partido hasta su llegada a los Campos Eliseos en un año, es extraordinario. Tal parece que el centrismo, en todas sus formas, internacionalismo, liberalismo, europeanismo, democracia social, está de regreso. De hecho, nunca se fue, es solo que el brexit en el Reino Unido y Donald Trump en EU fueron victorias tan inesperadas, disruptivas y espectaculares para las causas populares que su ruido ahogó la música de fondo centrista.

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En marzo, un liberal venció al populista de extrema derecha en Holanda. Después de la victoria de Macron, el ministro de asuntos exteriores alemán Sigmar Gabriel tuiteó que Francia “es y seguirá estando en el centro y en el corazón de Europa”, señalando la alianza pro-UE que ha estado bajo amenaza del brexit y Le Pen.

Denis MacShane, exministro del Reino Unido para Europa y autor de una biografía de François Mitterrand, el presidente de mayor duración de Francia, describió la victoria de Macron como “la mayor victoria para Europa en dos décadas” que mostró que “Francia está dispuesta a resistir las olas de extremismo popular nacionalista de la derecha y de la izquierda Podemos-chavista, representada por Jean-Luc Mélenchon".

"Es una gran Victoria para Angela Merkel y para otros que buscan reformar y re-dinamizar a la Unión Europea según reformas pro-mercado, pro-emprendimiento y de trabajo. Macron se enfrentará a muchos problemas, pero son de gobierno y poder”, añadió.

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Sin embargo, el desempeño de Le Pen muestra que el populismo sigue siendo una fuerza electoral potente.

Su participación del 34% de los votos es casi el doble de lo que obtuvo su padre Jean Marie Le Pen en 2002. El progreso a largo plazo del Frente Nacional muestra una trayectoria al alza estable y el partido cree que puede ganar hasta 40 asientos en las elecciones parlamentarias del próximo mes. La victoria de Macron no ha eliminado todos los problemas que Le Pen convirtió en votos: inmigración, terrorismo, desempleo e identidad .

El profesor Matthew Goodwin, catedrático emérito de Chatham House, dijo: “A pesar de la victoria triunfal de Macron, el hecho de que uno de cada tres electores apoyó a Marine Le Pen nos debe recordar el atractivo persistente del populismo.

"Parece poco probable a largo plazo que un liberal económico como Macron satisfacerá a los trabajadores olvidados que han votado por la familia Le Pen desde la década de 1990. Probablemente permanezca una reserva sustancial de apoyo para Le Pen en el futuro".

Populismo, un término fluido

Le Pen, cuyas políticas se consideran ampliamente como racistas y fascistas, recibió el apoyo del Partido Independiente de Reino Unido pro-brexit y su antiguo líder Nigel Farage.

Sin embargo, Dominic Cummings, director de campaña de Vote Leave, la campaña oficial de la causa populista pro-brexit del referéndum del año pasado sobre la UE, dejó en claro la noche del domingo que esta organización quería que Macron venciera a Le Pen, tuiteando que los “que ganen partidos semi/pro fascistas con historia de negación del holocausto es malo para la humanidad”.

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En Reino Unido, Theresa May ha llevado la causa populista de un brexit duro, pero a diferencia de Le Pen y Trump en EU, ella no persigue una agenda proteccionista sobre el comercio y la globalización.

Sin embargo, el tipo de populismo de Le Pen ha llegado a lo establecido. Si ella hubiese ganado las elecciones, se hubiera registrado como un terremoto político global, pero cuando llegó a la segunda ronda de votaciones el mes pasado, pocos se sorprendieron.

Brian Klaas, miembro de la Escuela de Economía de Londres y un exasesor de campaña de EU, dijo: “la victoria de Macron es una derrota aplastante para el impulso del populismo extremo en Europa.

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"Sin embargo, la actuación de Le Pen es comparativamente mayor y señala la popularidad de opiniones anteriormente marginales. Esto está sucediendo en todas partes. En EU, por ejemplo, los comentarios de la derecha extrema solían ocupar una esquina obscura del internet. Ahora algunos de sus arquitectos se encuentran en la Oficina Oval.

"Esta es la espada de doble filo de la derrota de anoche del populismo xenófobo. Ésta cortó el impulse forjado por el brexit y la victoria de Trump. El pragmatismo centrista ganó. Pero al obtener más de un tercio de los votos esta noche, Le Pen se aseguró de que nadie pueda tratar su movimiento realmente como un movimiento político “marginal”.

Nadie sabe esto mejor que el nuevo presidente francés mismo, quien en su discurso de Victoria en el Louvre dijo a los partidarios de Le Pen que “haría todo lo posible en los próximos cinco años para que no tengan más motivos de votar por los extremos”.