Melania Trump visita la catedral de Notre Dame en París
La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, visitó este jueves la catedral de Notre Dame de París en compañía de su símil francesa Brigitte Macron, unas horas después de haber llegado a París junto a su esposo, quien realiza una visita oficial de dos días.
Las esposas de los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de Francia, Emmanuel Macron, llegaron a la histórica catedral por la tarde tras una ceremonia solemne de bienvenida en el palacio de los Inválidos de París.
Un perímetro de seguridad mantenía alejados a curiosos y turistas, que con sus smarthphones intentaban tomar fotos de las dos mujeres. Antes de que ingresaran, la catedral fue registrada por policías y un perro.
Melania Trump, de 47 años, vestida con un elegante conjunto de falda y chaqueta rojo Dior, zapatos de tacones del mismo color, y el cabello recogido en un moño estilo italiano; y Brigitte Macron, de 64 años, que llevaba un vestido corto blanco y zapatos azules, fueron recibidas por el rector de Notre-Dame, monseñor Patrick Chauvet.
Este último dirigió la visita de media hora, acompañado por un traductor.
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Cuando las dos primeras damas atravesaron el pórtico, el gran órgano de la catedral tocó el himno estadounidense.
Ante el famoso rosetón norte, una extraordinaria vidriera del siglo XIII, Brigitte Macron dio una muestra de cercanía al rodear delicadamente la cintura de la primera dama estadounidense. A continuación, las dos admiraron la estatua de la Piedad y visitaron una capilla situada detrás del coro.
Ante la luz de los cirios, el rector les presentó la Santa Corona de Espinas de la Pasión de Cristo, la reliquia más venerada de la catedral, que tocaron una después de la otra.
Tras media hora recorriendo el monumento más visitado de Europa, Melania Trump prendió una vela, depositó una ofrenda y firmó el libro de oro de la catedral.
Las esposas de los mandatarios realizaron después un crucero por el río Sena. "Este crucero tiene un gran simbolismo y permite poner en relieve el atractivo de París", indicaron fuentes de la presidencia francesa.
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El recorrido les permitió mantener un cara a cara lejos de la prensa.
La esposa de Trump había estado por la mañana en un hospital parisino para niños, donde conversó con algunos pacientes y les lanzó halagos y ánimos en francés e inglés.
Cuando le ofrecieron un ejemplar de "El Principito", de Antoine de Saint-Exupéry, Melania Trump sonrió y dijo: "Lo usaré para practicar mi francés". Según su portavoz, es uno de los cinco idiomas que habla la primera dama.
Por la noche, las dos parejas cenarán en el restaurante Jules Verne, ubicado en el segundo piso de la Torre Eiffel, a 125 metros de altura. "Una cena entre amigos", la definió Emmanuel Macron.
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