¿Por qué los puertoriqueños están hartos del gobernador Ricardo Rosselló?

Los habitantes de esta isla, un territorio de Estados Unidos, soportaron el paso del huracán María, la corrupción y los insultos de su gobernante... hasta ahora.
Una recesión económica de 12 años y el crecimiento incontrolable de la deuda de Puerto Rico tuvieron consecuencias en la educación, la salud y otros servicios para la población.

SAN JUAN, Puerto Rico (CNN)- Érica Díaz tiene una hija de seis años, quien la convenció de unirse al floreciente

. La mujer, de 40 años, es ama de casa y nunca había asistido a una protesta.

"Dijo: 'Mami, me enseñaste que hay que respetar a todas las personas. Que no debemos burlarnos de la gente. ¿Por qué no estamos allá afuera con la gente?'", cuenta Díaz. Su hija, Valerie, acaba de terminar el primer año de primaria. "Ella es la razón por la que estoy aquí", explicó.

Valerie llevaba un letrero con la bandera de Puerto Rico pintada a mano y el mensaje: "No cierren nuestras escuelas", una de las muchas quejas contra el gobernador. Se mantuvieron de pie en la sombra, al lado de una autopista en la capital, San Juan, mientras

cerraban el tránsito el lunes, 22 de julio, en una serie de protestas en toda la isla.

"Queremos un país mejor cuando sea grande", dijo Valerie.

Tras año y medio de que el

devastara este territorio estadounidense, se ha apoderado de la isla. Gente de todos los estratos salió el lunes a lo que muchos de los habitantes consideran la manifestación más grande de la que tienen memoria.

Quienes protestaban por primera vez se unieron a maestros retirados y trabajadores sociales, trabajadores sindicalizados y activistas políticos de larga carrera, residentes partidarios de que Puerto Rico adquiera estatus de estado y partidarios de la independencia. (

después de la guerra con España, en 1898, y ha sido territorio estadounidense desde 1952. Roselló está a favor de que Puerto Rico adquiera estatus de estado). Todos salieron a las calles luego de que se diera a conocer, a principios de julio, que el gobernador intercambió con sus colaboradores más cercanos.

Así fue la renuncia del gobernador de Puerto Rico, tras 12 días de protesta

Como un avión en terrible picada,

a casi todos los habitantes de la isla; arremetieron contra las mujeres, los gais, las personas con sobrepeso, a un líder venerado de un movimiento independentista que murió de cáncer y a los miles de víctimas del devastador huracán de 2017.

Los mensajes del chat encendieron la llama… pero las brasas han estado encendidas desde hace tiempo.

"Roselló y sus mensajes del chat pusieron en palabras lo que el pueblo ha estado sintiendo desde hace mucho tiempo", dijo Cynthia García Coll, psicóloga y maestra de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, en un concierto anti-Roselló que se celebró la víspera de la gran marcha. "Que no somos nada. Que pueden quitarnos nuestra pensión. Que pueden bajarnos el sueldo. Que pueden quitarnos nuestras vacaciones. Que pueden quitarnos nuestro bono navideño".

A principios de julio, días antes de que se filtraran los chats, unos agentes del FBI arrestaron a dos altos funcionarios del gobierno de Roselló por presuntamente

.

Mucho antes de esta oleada popular de ira e indignación, generaciones de puertorriqueños han soportado niveles épicos de corrupción y malos manejos de la clase política, de acuerdo con muchos manifestantes.

Muchos vivieron el gobierno plagado de escándalos de Pedro Roselló, padre del actual gobernador, quien estuvo en el cargo en la década de 1990.

Ahora, Roselló y su gobierno le han dado rostro y nombre a las heridas políticas y económicas que, de acuerdo con muchos manifestantes, llevan supurando varios años.

"¡Ricky, renuncia!" se ha vuelto el mantra de las congregaciones de manifestantes ruidosos en las calles empedradas a una cuadra de la mansión del gobernador, una estructura histórica del siglo XVI a la que se conoce como "la Fortaleza".

"Este es un momento histórico", dijo Elba Nazario, de 63 años, quien se retiró tras trabajar 30 años como maestra. "No hay vuelta atrás. Es muy emotivo. He estado sentada en esta calle y llorado al ver salir a tanta gente, jóvenes y viejos".

"Marchamos por todos los puertorriqueños", dijo Mariana Rivera, de 77 años, mientras cuatro de sus nietos adolescentes empujan su silla de ruedas bajo el sol abrasador en la autopista de Las Américas. "¿Qué les vamos a dejar a nuestros hijos?".

Una recesión económica de 12 años y el crecimiento incontrolable de la deuda de Puerto Rico tuvieron como consecuencia el cierre de escuelas, recortes en los servicios gubernamentales, despidos y aumentos en el costo de la matrícula universitaria. En 2016, el Congreso estadounidense creó una junta que supervisaría las finanzas de la isla, órgano que se ha vuelto blanco de las protestas.

Por la noche del domingo, 21 de julio, Roselló dijo que

, pero que se quedaría en el cargo por el año y medio que le falta.

"Estoy consciente de su insatisfacción y su incomodidad", dijo en Facebook Live. "Los he escuchado y los oigo hoy. He cometido errores y he ofrecido disculpas".

Durante una entrevista tensa en Fox News, el lunes, 22 de julio, Roselló dijo: "No estoy minimizando las manifestaciones".

Pese a todo, los manifestantes juraron que seguirán hasta que renuncie y acusaron al gobernador de exacerbar la crisis.

"Me duele ver a mi gente pasar por tanto", dijo Alfredo Ruiz, de 47 años, con lágrimas en los ojos mientras se alejaba en su auto de una marcha masiva en la autopista de San Juan. "Este gobierno se ríe de nosotros. No tienen corazón".

Un una tarde húmeda de lunes, cientos de manifestantes ondeaban banderas y blandían pancartas por las estrechas calles del viejo San Juan en una reunión mayormente festiva, con tambores y la música de la isla. La tensión empezó a crecer a partir de las ocho de la noche.

"Nuestra generación despertó esta ansia de rebelarse contra la política", dijo Nayelez Andino, de 18 años, del pueblo de Bayamón. "Durante mucho tiempo, nuestros padres, nuestros abuelos se pusieron del lado de una de las partes o de otra. Pero estamos peleando por nuestro futuro. Eso está en riesgo. ¿Qué van a encontrar nuestros hijos cuando crezcan?".

De pie, junto con una amiga, entre los cientos de manifestantes, cerca de la mansión del gobernador, Andino agregó que "esto no termina. Es el principio de una revolución".

Al otro lado de la barrera, una falange de policías antimotines corta el acceso a la Fortaleza. Llegan docenas de refuerzos. Los coros de "¡Ricky, renuncia!" se transforman en "¡somos más y no tenemos miedo!".