De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas, entre 44 millones a 66 millones de niños en el mundo podrían caer en pobreza extrema como resultado de la crisis económica, lo que se suma a los 386 millones de niños que ya se encontraban en la pobreza extrema en 2019.
Para aminorar el impacto económico de la pandemia, organizaciones como Save The Children y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) han propuesto al gobierno de México que incremente el monto de los programas de transferencia económica que ya brinda como parte de su política social.
“Nuestra propuesta empieza a ver la vía de atención a los trabajadores informales, a los que viven de día a día y a los que reciben programas de bienestar, porque en momentos en que se necesita la rápida acción del gobierno, no es tan fácil lanzar programas nuevos”, dijo entrevista Catalina Gómez, jefa de política social de UNICEF México.
La UNICEF propuso que se dirigieran recursos adicionales de entre 13,000 y 76,000 millones de pesos a los ya presupuestados para 2020 para los programas de bienestar, que incluye escenarios para los cinco programas prioritarios de transferencias monetarias: las becas Benito Juàrez para educación básica y media superior; el apoyo para niños y niñas, hijos de madres trabajadoras; la pensión del adulto mayor y la pensión para personas con discapacidad.