El fiscal endurece los cargos contra el policía acusado de matar a George Floyd

Los otros tres agentes dados de baja serán acusados ​​de ayudar e incitar en el homicidio de un hombre negro desarmado.
La muerte de Geroge Floyd desató las protestas antirracistas más grandes en Estados Unidos desde 1960.

El fiscal que investiga la muerte de George Floyd endureció los cargos contra el policía que lo asfixió y decidió procesar también a los otros tres agentes presentes durante el incidente, tras el cual se desató una ola de protestas que sigue remeciendo este miércoles a Estados Unidos.

Otros tres agentes dados de baja serán acusados ​​de ayudar e incitar la muerte de un hombre negro desarmado.

El fiscal general de Minnesota, Keith Ellison, acusa a Derek Chauvin, de 44 años, de asesinato en segundo grado, además de los cargos de homicidio en tercer grado y homicidio en segundo grado formulados en su contra la semana pasada, según las actas judiciales.

Miles de personas en el mundo protestan por la violencia racial en EU

El nuevo cargo contra el policía Derek Chauvin puede llevar una sentencia de hasta 40 años, 15 años más que el fallo máximo por asesinato en tercer grado.

Ellison, un ex congresista negro, ha solicitado que se establezca una fianza de un millón de dólares por cada uno de los cuatro oficiales, de acuerdo a los documentos.

"Este es un paso significativo en la ruta a la justicia, y nos complace que esta importante acción se haya presentado antes de que el cuerpo de George Floyd sea enterrado", dijo Benjamin Crump, abogado de la familia Floyd, en un comunicado.

Crump dijo más tarde en CNN que Chauvin debería enfrentar un cargo de asesinato en primer grado, y que Ellison había informado a la familia de Floyd que la investigación está en curso y que se podrían presentar otros cargos.

A cinco meses de las elecciones, las imágenes del policía blanco Derek Chauvin presionando durante nueve minutos su rodilla contra el cuello de Floyd, un estadounidense negro, atizaron el debate sobre el racismo y la brutalidad policial.

La indignación por el hecho ocurrido el 25 de mayo en Minneapolis llevó a una movilización no vista en décadas en Estados Unidos, con multitudinarias concentraciones pacíficas en grandes ciudades como Washington, Nueva York, Houston y Los Ángeles.

Sin embargo, al margen de las protestas se registraron enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y saqueos que llevaron a las autoridades a imponer toques de queda en varios centros urbanos. En los últimos días, fueron detenidas 9,000 personas en todo el país, según medios locales.

Las movilizaciones callejeras alcanzaron una dimensión no vista desde la década de 1960 durante las protestas por los derechos civiles, pese a que Estados Unidos es el país más golpeado por la pandemia con más de 106,000 fallecidos y a que el brote sigue activo.

Este miércoles cientos de personas se congregaron delante del Capitolio en Washington, luego de que en la noche del martes manifestantes desafiaran el toque de queda en vigor, pero no se registraron desórdenes.

La alcaldesa de la ciudad volvió a imponer restricciones de circulación a partir de las 11:00 pm del miércoles.

En Nueva York -donde las autoridades extendieron hasta el 7 de junio el toque de queda nocturno- cientos de personas ignoraron la medida en la noche del martes gritando "Sin justicia, no hay paz" y coreando el nombre de George Floyd.

En Minneapolis, epicentro de las manifestaciones, la situación retorna a la calma de forma progresiva después de los disturbios del fin de semana.

Desde Ginebra, la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dijo que Estados Unidos sufre un racismo "estructural" y denunció "agresiones sin precedentes" contra los periodistas en la actual crisis política.

La agencia de la ONU destacó que hay "informes creíbles sobre el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de las fuerzas del orden" en las protestas.

Las protestas han puesto de relieve la desigualdad racial y la fuerza policial excesiva en un país que acudirá a las urnas el 3 de noviembre para decidir si otorgará al republicano Donald Trump otro mandato en la Casa Blanca.

Trump ha dicho que se debe hacer justicia en el caso de Floyd, pero también ha optado por una línea dura para combatir las protestas violentas. Joe Biden, quien será su rival en noviembre, ha prometido sanar estar heridas raciales si es elegido presidente.

Con información de AFP y Reuters