Puede que vayan a la cárcel, pero nosotros hemos sido condenados "de por vida", dice la mujer, en referencia a los 14 acusados que están siendo juzgados por haber presuntamente prestado apoyo logístico a los autores materiales. Estos últimos murieron abatidos por la policía.
Desde el ataque, los sobrevivientes viven bajo protección policial permanente. "Es como si estuviera bajo arresto domiciliario. Tengo que informar de todo lo que hago", dice Riss.
Para sobrellevar la situación, Simon Fieschi evitar "hacer demasiadas comparaciones entre el antes y el después" y no verse a sí mismo como una "víctima".
"Lo siento muchísimo"
Por su parte, los acusados se declararon unánimemente "emocionados" el viernes por el relato de los supervivientes y de los allegados de las víctimas.
En declaraciones hechas a petición del presidente del tribunal, aseguran que no sabían nada sobre el proyecto de los ataques y dijeron "condenar" los atentados y el terrorismo.
"Quiero presentar mi pésame a las familias: me ha impresionado su valentía y su dignidad", aseguró Miguel Martínez, acusado de haber ayudado a Said Kouachi a conseguir armas.
Un mensaje muy compartido por sus coacusados. "Soy musulmán y no entiendo por qué mataron en nombre de Dios [...] No se mata por haber hecho un dibujo, no me entra en la cabeza", abundó Metin Karasular.
El principal acusado, Ali Riza Polat, dijo por su parte "desvincularse" de lo que hicieron los autores del ataque contra Charlie Hebdo, una policía en la periferia de París y un supermercado kósher, que causaron en total 17 muertos.
"Lo siento muchísimo por las familias. No tengo nada que ver con esto", alegó.