Si la medida es aprobada, será el mayor retroceso en el desconfinamiento de esta metrópoli, que había controlado ampliamente la pandemia tras un catastrófico brote inicial. Casi 24,000 personas han muerto en la ciudad por el virus.
Varios de los nueve barrios aludidos tienen grandes poblaciones de judíos ortodoxos, entre las cuales el virus se ha expandido rápidamente en las últimas semanas.
El aumento de contagios coincidió con las Altas Fiestas Judías, los días más sagrados del calendario judío, que culminaron el lunes pasado con Yom Kipur.
De Blasio dijo que tenía la intención de "rebobinar" la reapertura de la ciudad en las áreas más afectadas, según el New York Times.
La ciudad también está monitoreando 11 vecindarios adicionales, que De Blasio describió como una "preocupación real".
En la primaveral boreal, Nueva York se convirtió en el epicentro mundial de la pandemia. Pero más recientemente, los funcionarios habían promocionado las tasas más bajas en los testeos e infección entre las principales ciudades de Estados Unidos.