"Solicité a los fabricantes que ayudaran a garantizar que los países que avancen puedan donar rápidamente esas dosis. Se ha escuchado este desafío, pero aún no hemos recibido compromisos para estas dosis. Todavía tengo la esperanza de que algunos líderes progresistas den el paso", agregó.
Este no es el único desafío al que se ha enfrentado esta iniciativa impulsada por la OMS y otras agencias de Naciones Unidas. A continuación presentamos cinco desafíos a los que debe enfrentarse el mecanismo COVAX para llevar la vacuna contra el COVID-19 a los países más pobres.
1. El control sobre las exportaciones
Varios países y regiones, como la Unión Europea, han establecido controles a la exportaciones de vacunas. Decisiones de este tipo provocaron que la OMS se pronunciara en contra del "nacionalismo de las vacunas!, una práctica que provoca la subida de precios y solo alarga la pandemia.
"Conseguir inyectar las dosis supone establecer una compleja cadena de suministro mundial que incluye desde los componentes necesarios para producir la vacuna, pasando por los frascos y los tapones plásticos, hasta las jeringuillas, entre otros", señala la ONU en un comunicado.
Para las Naciones Unida, los países pobres podrán tener un mayor acceso a la vacuna, con un costo menor, si consiguen fabricar las vacunas.