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4 propuestas para mejorar la migración entre México, EU y Centroamérica

Estos países deben incentivar vías legales para el trabajo temporal, crear sistemas de protección humanitaria, profesionalizar el control fronterizo e invertir en el desarrollo, sugiere el MPI.
mié 21 abril 2021 05:07 AM
La situación de la migración entre Centroamérica —principalmente Guatemala, El Salvador y Honduras—, México y Estados Unidos ha empeorado con los años. Desde 2014, cuando una oleada de llegadas de menores no acompañados a la frontera entre México y Estados Unidos, similar a la que se vive ahora, el flujo migratorio entre estos países solo ha aumentado, dificultando su gestión y control.
Aunque México tiene una política de refugio importante, esta se ha visto rebasada ante el aumento exponencial de solicitudes en los últimos años.

La situación de la migración entre Centroamérica —principalmente Guatemala, El Salvador y Honduras—, México y Estados Unidos ha empeorado con los años. Desde 2014, cuando una oleada de llegadas de menores no acompañados a la frontera entre México y Estados Unidos, el flujo migratorio entre estos países solo ha aumentado, lo que dificulta su gestión y control.

Los gobiernos de los países de Centroamérica y de México han tenido que tomar medidas, en su mayoría reactivas, para poder gestionar la salida y tránsito de personas hacia Estados Unidos. El país norteamericano, por su parte, ha ejercido una enorme presión en la región para que impidir la llegada de más inmigrantes indocumentados a su frontera sur.

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México y Estados Unidos proponen soluciones para frenar la migración irregular

El Migration Policy Institute (MPI) elaboró un informe donde sugiere algunas estrategias que estos países pueden tomar para construir un sistema migratorio regional que privilegie la movilidad humana segura, ordenada y legal.

En los últimos años México pasó de ser un país expulsor de migrantes a un país de tránsito, uno de los mayores cambios en el flujo de personas que se dirigen a Estados Unidos.
El gobierno de este país aún debe realizar importantes inversiones en el fortalecimiento de procesos de asilo, la profesionalización de las agencias gubernamentales encargadas de la aplicación de la ley y el control migratorio, así como el desarrollo de vías legales adicionales, y la construcción de las instituciones responsables de la gestión de estas áreas.

Otros países que tendrían que entrar en la ecuación son Costa Rica y Panamá, pues se han han visto un incremento en la migración de tránsito proveniente fuera de la región, y un número creciente de migrantes que se dirigen al sur desde El Salvador y Honduras.

"El gran enfoque en la gestión migratoria en la región se ha producido como resultado a las realidad cambiantes sobre el terreno, así como al incremento de una migración a una escala significativamente mayor y más compleja que en el pasado", indica el informe Sentando las bases para una cooperación regional. Política migratoria y capacidad institucional en México y Centroamérica del MPI.

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Estos cambios también están relacionados con el aumento de la presión del gobierno de Estados Unidos para tratar de detener los flujos migratorios hacia su territorio.

"La presión de Estados Unidos ha sido un arma de doble filo, ya que ha logrado que los gobiernos realicen las inversiones necesarias en la gestión migratoria, pero también los ha impulsado a priorizar las respuestas ad hoc sobre el desarrollo institucional a largo plazo", señala el MPI.

A continuación, presentamos las propuestas que el MPI elaboró después de entrevistar a 75 actores en la política migratoria de la región, como activistas, miembros de organización de la sociedad civil y personal de las dos agencias de Naciones Unidas encargadas de apoyar a los gobiernos en la gestión de los flujos migratorios: la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

1. Desarrollar vías legales para el trabajo temporal

Todos los países de la región tienen que trabajar en el desarrollo de una capacidad considerable para gestionar la migración legal.

El gobierno de Guatemala, por ejemplo, trabaja en un proceso de selección de trabajadores que deseen aprovechar oportunidades laborales témplales en el extranjero, mientras que el gobierno de Costa Rica ha mejorada sus procesos para la emisión de trabajadores agrícolas de temporada.

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"Estas experiencias podrían proporcionar ideas para esfuerzos futuros en estos y otros países que se beneficiarían de recibir una fuerza laboral estacional bien organizada o de tener oportunidades designadas para trabajadores residentes que deseen realizar trabajo estacional en el extranjero", dice el informe.

2. Crear sistemas de protección humanitaria

Todos los países de la región necesitan invertir más recursos en sus sistemas de asilo, así como en sus mecanismo de protección interna.

“Los gobiernos de México y Costa Rica en particular están trabajando para desarrollar una capacidad sólida para manejar un número sustancialmente mayor de solicitantes”, dice el MPI, pero estos sistemas deben desarrollarse aún más, con inversiones adicionales y la profesionalización de las agencias estatales relevantes.

Los gobiernos de la región también deben encontrar mejores medidas para atender los desplazamientos forzados al interior de los países. México y El Salvador ya cuentan con marcos legales para abordar el desplazamiento interno, y Honduras ha estado debatiendo la creación de un marco similar.

"Dado que muchas personas con necesidades de protección humanitaria se mudan primero dentro de su propio país antes de recurrir a la migración internacional, debe ser una prioridad encontrar estrategias para proteger a quienes no quieren salir de su país", aconseja el MPI.

Una sinergia entre los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil y los actores internaciones será clave para dar atención a los grupos vulnerables, y "pueden identificar a las personas en peligro dentro de sus países de origen y que necesitan protección internacional antes de migrar".

Un ejemplo de este tipos de sinergias que ya está pasando en la región son el Acuerdo de Transferencia de Protección, administrado por ACNUR; el Programa de Menores Centroamericanos (CAM, por sus siglas en inglés).

Otra muestra son las asociaciones entre el gobierno de Estados Unidos y los sistemas de asilo en Costa Rica, Panamá y México para reasentar a algunas personas que pueden estar mejor protegidas más lejos de su país de origen.

3. Profesionalizar el control fronterizo

La mayoría de los países de la región han adoptado realizan controles fronterizos y migratorios a través de respuestas generalmente coordinadas por la Policía Nacional o el Ejército, mientras las agencias de migración.

En el caso de México, por ejemplo, la participación de la Guardia Nacional —un cuerpo de policía militar— ha sido clave dentro de la política de control migratorio del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Esto, sin embargo, ha producido confusión sobre las responsabilidades de las instituciones y, en algunos caso, ha ampliado las brechas de comunicación e implementación de políticas públicas a nivel local.

"La naturaleza reactiva de la formulación de políticas migratorias de México plantea serias dudas sobre la capacidad del gobierno para promover una migración segura, legal y ordenada a largo plazo", dice el documento.

Estos procesos de profesionalización deberán ser estables para hacerlos sostenibles en el tiempo y permitirles la capacidad de operar independientemente de los cambios en las administraciones gubernamentales.

"La oportunidad a largo plazo es construir mecanismos claros, transparentes y responsables para la aplicación de la ley fronteriza y de inmigración, donde los roles y responsabilidades de cada agencia sean detallados en la ley o en la política escrita y se discutan públicamente", dice el estudio.

La agencia responsable del control fronterizo y de la inmigración debe desarrollar políticas claras y capacitación sobre el trato a la población civil, especialmente con las familias, los niños y los grupos vulnerables de inmigrantes.

4. Invertir en el desarrollo a largo plazo

Los gobiernos de Guatemala, Honduras, El Salvador y México tienen enormes oportunidades para invertir en programas de retorno y reintegración. Hay una gran demanda de servicios integrales que ayuden a los migrantes que regresan a obtener los documentos necesarios, recibir atención de salud física mental, acceder a oportunidades de empleo y restablecerse dentro de sus comunidades,

"La ampliación de estas iniciativas debe considerarse una parte integral de la cooperación migratoria regional que permite a quienes son repatriados o regresan voluntariamente comenzar una nueva vida con oportunidades para una reintegración local sostenible y, con el tiempo, reducir al menos algunas presiones para que migren nuevamente", concluye el informe.

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