A la cita también asistieron, entre otros, la asesora para Centroamérica de Oxfam, Vicki Gass; el presidente del Instituto de Política Migratoria con sede en Washington, Andrew Selee; la codirectora del grupo de trabajo para Latinoamérica, Lisa Haugaard, y Geoff Thale, el presidente de la independiente Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA, en inglés).
Desde que Biden le encargó ocuparse del tema migratorio a finales de marzo, Harris ha conversado por teléfono con los presidentes de Guatemala, Alejandro Giammattei, y de México, Andrés Manuel López Obrador.
En marzo, la cantidad de migrantes indocumentados detenidos en la frontera sur de Estados Unidos subió un 71% con respecto al mes anterior, sumando 172,331 personas.
La Casa Blanca ha insistido en que la frontera "está cerrada" y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe.
Una arista del creciente desafío que enfrenta el gobierno de Biden es el aumento de la llegada de menores no acompañados, que son admitidos en el territorio estadounidense, y qué gobierno tiene que albergar mientras espera reunirlos con algún familiar.
El Ejecutivo de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés), que no están diseñados para niños.
Con información de AFP y EFE