Cruz había paralizado los nombramientos de Biden porque se opone a la exención de sanciones por el Nord Stream 2, un gasoducto que se está construyendo desde Rusia hasta Alemania y que Estados Unidos y los países de Europa del Este temen que envalentone a Moscú y debilite a Ucrania. El gobierno de Biden comparte las preocupaciones, pero argumenta que el gasoducto estaba casi terminado cuando asumió el cargo. En cambio, ha llegado a un acuerdo con Alemania que incluye el aumento del apoyo a Ucrania.
En declaraciones a la prensa el 2 de agosto, el secretario de Estado, Antony Blinken, dijo que más de 65 candidatos estaban a la espera de ser confirmados para "puestos cruciales de seguridad nacional". "Incluyen la supervisión de la seguridad en nuestras embajadas e instalaciones en todo el mundo y la ayuda para eliminar el retraso en la solicitud de pasaportes causado por la pandemia de COVID-19. El pueblo estadounidense necesita estos servicios", sostuvo Blinken.
Debido al proceso de nominación y confirmación, Estados Unidos suele tener vacantes al inicio de las administraciones, pero el retraso actual —casi siete meses después de que Biden asumiera su mandato— es inusualmente largo.
Por fin, el Senado confirmó los nombramientos del gabinete de Biden, entre ellos el de la embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield.
¿Quién es el nuevo embajador de Estados Unidos en México?
Salazar fue elegido como senador por el estado de Colorado en 2004, pero renunció a su puesto para asumir el cargo de secretario del Interior con Barack Obama. Cuando dejó ese puesto, en 2013, se unió al bufete de abogados internacional WilmerHale, donde aún ejerce. Durante la campaña de Biden, se desempeñó como copresidente del comité de liderazgo latino.
Ahora se hará cargo de una relación a menudo complicada con Andrés Manuel López Obrador, que forjó una inesperada alianza con el predecesor de Biden, Donald Trump, un ferviente crítico de la inmigración.
En su audiencia de confirmación, Salazar dijo que trabajaría con México para "asegurar" las "fronteras compartidas y crear un marco ordenado, seguro y humano para la migración", un tema político clave en Estados Unidos.