La medida supone volver a imponer restricciones a los viajes no esenciales desde esos países. Esto significa, que los ciudadanos de estos países se enfrentarán probablemente a controles más estrictos, como pruebas de COVID-19 y cuarentenas.
La recomendación también implica que los ciudadanos de esos países no podrán desplazarse a la Unión Europea sin un motivo esencial, como sí han podido hacer hasta ahora desde que en junio de 2020 se adoptara por primera vez dicha lista de Estados terceros seguros desde el punto de vista epidemiológico.
Estados Unidos, sin embargo, no ha levantado restricciones de manera recíproca durante este periodo y ha limitado los viajes no esenciales para los ciudadanos europeos pese al avance de la campaña de vacunación en los países de la UE.
Los criterios para determinar a los terceros países para los que se deberían levantar las restricciones de viaje fueron actualizados el pasado 20 de mayo, y para decidir cuáles entran en esa lista se tienen en cuenta la situación epidemiológica y la respuesta general a la COVID-19, así como la fiabilidad y disponibilidad de la información.
La UE apuntó este lunes que "esta lista se seguirá revisando periódicamente y, eventualmente, se actualizará".
La lista pretende unificar las normas de viaje en todo el bloque, aunque no obliga a los países de la UE por separado, que son libres de determinar sus propias prácticas fronterizas.