Tal y como propuso Cristina Fernández en su carta, el presidente designó como Jefe de Gabinete a Juan Manzur, actual gobernador de la provincia de Tucumán, en reemplazo de Santiago Cafiero, quien asumirá la cartera de Relaciones Exteriores. También habrá cambios en otros cuatro ministerios (Seguridad, Agricultura, Ciencia y Tecnología y Educación). Los nuevos ministros tomarán posesión el próximo lunes.
Poco antes del anuncio del cambio ministerial, otro de los señalados por la vicepresidenta argentina, Juan Pablo Biondi, hombre de confianza del presidente Fernández, presentó su renuncia a la Secretaría de Comunicación y Prensa, donde será reemplazado por Juan Ross.
Un día antes de que la vicepresidenta argentina fijara su posición y le recordara a Fernández que fue ella quien lo eligió como candidato a presidente en 2019, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, y al menos otros cuatro ministros del ala kirchnerista, pusieron sus cargos a consideración del presidente para forzar cambios en el gabinete.
Sin embargo, el presidente Fernández confirmó a "Wado" en la cartera de Interior y designó como nuevos ministros a varias figuras que ocuparon cargos durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Tanto el nuevo ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, como el de Ganadería, Agricultura y Pesca, Julián Domínguez, ocuparon esas mismas carteras durante la presidencia de Fernández de Kirchner.
En el ministerio de Educación se incorpora Jaime Perzyck, y al frente de la cartera de Ciencia y Tecnología estará Daniel Filmus.
Pese a que la política económica fue fuertemente cuestionada por la vicepresidenta, al considerar que la principal causa de la derrota electoral se debió a una "política de ajuste fiscal equivocada", el ministro de Economía, Martín Guzmán continuará en su puesto.
En medio de la crisis, Fernández canceló este viernes su viaje a México, donde iba a participar este sábado en la cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) en la que está representado por Juan Carlos Valle Railegh, subsecretario de Asuntos de América Latina, en lugar de Felipe Solá, como estaba previsto, después de que se anunciara que será reemplazado al frente de la Cancillería por Santiago Cafiero.
El presidente Fernández mantuvo una reunión de trabajo con un grupo de gobernadores peronistas en la provincia de La Rioja en el que también participaron varios ministros, entre ellos, el de Interior, Eduardo de Pedro.
En la reunión, se analizaron los resultados electorales del pasado domingo en cada provincia y a nivel nacional y se comprometieron a "corregir rápido todo lo que haya que corregir", según fuentes oficiales.
Derrota electoral
La derrota sufrida por el oficialismo en Argentina en las primarias legislativas del pasado domingo derivó en una crisis en el seno del Gobierno de Alberto Fernández que pretende cerrar ahora con este cambio ministerial.
El oficialismo perdió en las primarias en la mayoría de las provincias argentinas y, de confirmarse esta tendencia en las legislativas de noviembre, en las que se renovarán 127 de los 257 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de las 72 bancas del Senado, no retendría el control del Congreso.
Esta catástrofe electoral puso al descubierto las diferencias en la coalición oficialista y motivó un cruce epistolar en las redes sociales entre el presidente y su vicepresidenta.
Fernández, que el próximo 10 de diciembre cumplirá dos años en el poder, trata ahora de pasar página y de relanzar su Gobierno para buscar revertir el resultado de las primarias en las elecciones legislativas de noviembre.
El presidente Fernández sufre un fuerte desgaste por la crisis económica que arrastra Argentina desde hace varios años y que se ha visto agravada por la pandemia.
A unos elevados índices de pobreza (42%) y una elevada inflación, Argentina suma problemas de empleo y un fuerte endeudamiento.
La imagen de Fernández también se ha visto afectada por el escándalo de la difusión de fotos de la fiesta de cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez, en la residencia presidencial en julio de 2020, cuando regía una prohibición de hacer reuniones sociales decretada por el propio presidente.
