Cambio climático afecta salud mental de los niños, desde antes del nacimiento

Efectos en la salud mental del cambio climático en los fetos y bebés

Para el caso de los niños, los factores estresantes ambientales agudos comienzan a ser un factor desencadenante de desórdenes mentales desde antes del nacimiento. Con eso, los científicos se refieren a que los huracanes, incendios forestales, inundaciones y olas de calor pueden traumatizar a la madre física y mentalmente. Y esta situación puede afectar al feto en desarrollo, aumentando su vulnerabilidad a una serie de enfermedades a lo largo de toda su vida.

Por ejemplo, un factor de estrés subagudo, como las olas de calor que se presentan en los veranos, pueden desencadenar complicaciones obstétricas y parto prematuro, los cuales están clasificados como factores de riesgo bien establecidos para varios trastornos psiquiátricos importantes.

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¿Cómo afecta el cambio climático en la salud mental de los niños?

En el artículo también se resalta que las enfermedades infecciosas, las toxinas ambientales, la exposición al calor extremo y la deshidratación en los niños de hasta 12 años de edad pueden alterar el logro de hitos en el desarrollo cognitivo y de lenguaje. Ambos son esenciales para un buen estado mental.

Por su parte, los adolescentes tienden a sufrir cambios importantes en la segregación de hormonas, crecimiento óseo y alteraciones a nivel metabólico. Al mismo tiempo, alrededor de la mitad de los trastornos psiquiátricos se establecen antes de los 18 años. Por lo cual la adolescencia se considera una etapa crítica en lo que a la salud mental se refiere.

Por estas razones, los efectos del cambio climático pueden tener un impacto estresante extremo en los adolescentes. Esto puede conllevar a un mayor riesgo de trastorno de estrés postraumático, ansiedad y depresión, situaciones que comprometen la capacidad de recuperación mental a largo plazo.

Los autores recomiendan, además de crear políticas que reviertan el rumbo del cambio climático, incluir a los más jóvenes en las tomas de decisiones, tanto en los países en desarrollo, como en los más prósperos económicamente.