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La escasez de combustible en Haití fuerza el cierre de hospitales

La falta de gasolina y gas causada por las pandillas en Puerto Príncipe ha provocado que centros de salud y servicios de telecomunicación dejen de funcionar.
mar 26 octubre 2021 01:50 PM
Los lugareños cargan contenedores, que se utilizan para el petróleo y la gasolina, durante la escasez de combustible en Puerto Príncipe, Haití, 24 de octubre de 2021
La escasez nacional de combustible ha durado meses, por razones que van desde las secuelas de la pandemia hasta la incompetencia del gobierno y la violencia de las bandas.

Los hospitales y los proveedores de telecomunicaciones de Haití advirtieron este fin de semana que sus servicios podrían interrumpirse debido a la escasez de combustible causada por el creciente control de las bandas criminales sobre la capital, Puerto Príncipe.

Es "probable que se pierdan vidas" si los suministros de combustible no llegan a los hospitales de inmediato, advirtió el coordinador humanitario en funciones de la ONU en el país, Pierre Honnorat, en un comunicado publicado el domingo.

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Esto es lo que sabemos sobre la situación en Haití.

¿Qué pasa en Haití?

Las bandas que controlan gran parte de Puerto Príncipe han bloqueado las carreteras que conducen a las terminales petroleras, impidiendo el suministro regular de las gasolineras desde hace varios meses.

La situación ya está provocando el cierre de los servicios de telecomunicaciones móviles, cuyas antenas se alimentan de generadores.

Además, ha dificultado el funcionamientos de los hospitales de la capital haitiana.

Situación de los hospitales en Puerto Príncipe

Una asociación de hospitales privados de Haití, que proporciona más del 70% de la atención hospitalaria y de emergencia a la población, dijo que lanzaba "un grito de alarma al gobierno".

"Con esta escasez de combustible, la continuidad de los servicios vitales de 40 hospitales a sectores enteros de la población está amenazada. Los más pobres pueden pagarlo muy caro", dijo la asociación el domingo.

La misma preocupación expresó la ONG internacional Médicos sin Fronteras, presente en Haití desde hace 30 años.

"Si la situación continúa, el hospital de traumatología/quemaduras de Tabarre, en Puerto Príncipe, que recibe una media de 155 pacientes al mes, podría tener que reducir sus actividades y restringir sus criterios de admisión en los próximos días", dijo MSF.

Las autoridades del hospital Saint Damien, el centro pediátrico más importante de la capital, indicaron que sólo les quedaba combustible para tres días para hacer funcionar los generadores que alimentan los respiradores y el equipo médico. El hospital puede operar en parte con energía solar, pero eso no brinda la electricidad suficiente para satisfacer todas sus necesidades.

Denso Gay, el director de proyectos del Saint Damien, dijo que la institución está atendiendo a dos pacientes con COVID-19 y también lleva a cabo cirugías urgentes, como cesáreas.

“Estoy muy preocupado”, comentó Gay. “La situación es muy grave”.

“El oxígeno depende de la electricidad. Si no tenemos electricidad para operar el oxígeno y el instrumental (médico), tendremos que suspender” la admisión de nuevos pacientes, advirtió.

Gay estima que los aproximadamente 5,670 litros (1,500 galones) de combustible restante en los tanques de reserva del hospital durarán apenas unos tres días más.

El hospital suele recibir entregas de unos 11,300 litros (3,000 galones) de combustible dos veces al mes.

“Contactamos a la compañía, y nos dijeron que no pueden hacer entregas, no pueden cruzar la ciudad debido al peligro que corren los conductores”, dijo Gay.

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Razones de la escasez

La escasez nacional de combustible que cierra los hospitales de Haití ha durado meses, por razones que van desde las secuelas de la pandemia hasta la incompetencia del gobierno y la violencia de las bandas.

Esta crisis también está poniendo en evidencia cómo la política petrolera del gobierno haitiano no lo prepara para enfrentar una crisis tras otra.

La ley nacional exige que Haití compre el combustible directamente a los vendedores internacionales a través de su Oficina de Monetización de los Programas de Ayuda al Desarrollo (BMPAD, por sus siglas en inglés), que compra el petróleo a los precios del mercado internacional.

Pero la ley también exige que la gasolina se venda aquí a un precio no superior a 201 gourdes haitianos por galón, es decir, unos 2 dólares. Ese es uno de los precios más baratos del mundo y está muy por debajo de lo que se vendería en un mercado abierto, lo que supone una importante subvención que el gobierno del país, muy endeudado, no puede permitirse.

En su año fiscal 2020, que terminó el 30 de septiembre, el gobierno de Haití perdió el equivalente a unos 300 millones de dólares en transacciones de combustible, según el Ministerio de Economía y Finanzas. Al mismo tiempo, los ingresos generales del gobierno fueron un 35% menos de lo esperado, según el banco central.

Sin otras fuentes sólidas de ingresos nacionales para compensar sus pérdidas relacionadas con el combustible, el gobierno a menudo no tiene suficiente efectivo a mano para comprar suficiente combustible para un país de más de 11 millones de personas.

Incluso cuando el gobierno tiene dinero en efectivo, no siempre es el adecuado. "A veces el gobierno tiene el dinero pero no tiene dólares", dijo a la cadena CNN el economista haitiano Etzer Emile . "Nadie quiere comprar moneda haitiana en el mercado internacional porque es muy inestable", explicó.

La capacidad también es un problema, según Emile. Haití no tiene suficiente capacidad de almacenamiento de combustible que le permita comprar grandes cantidades cuando tenga dinero para hacerlo, lo que impide que el país aproveche mejor los momentos en que tiene más dólares para gastar.

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Todos estos problemas se pueden disimular más fácilmente cuando el precio internacional del petróleo es bajo. Pero el petróleo barato de Venezuela, que antes era uno de los principales proveedores, se ha agotado, y los precios en los mercados internacionales se han disparado este año, agravando los problemas generados por las insostenibles políticas de combustible de Haití.

Estos problemas estructurales existen desde hace mucho tiempo. Lo que es nuevo, y quizás igual de responsable de la crisis actual, es el creciente poder de las bandas de Haití y su control de las líneas de suministro.

El combustible solo se mueve si las bandas lo permiten.

Hay dos lugares principales donde se importa el combustible en Haití, en los puertos de los barrios de Carrefour y Varreux de Puerto Príncipe.

El acceso a estas dos instalaciones depende totalmente de las carreteras nacionales 1 y 2. Todo el combustible que se entrega al resto del país circulará en algún momento por esas carreteras, que atraviesan el corazón del territorio controlado por algunas de las bandas más poderosas de Haití.

Algunos han empezado a aprovecharse de eso, estableciendo bloqueos en las carreteras para impedir que los camiones cisterna accedan al combustible que se entrega en los muelles. Cualquiera, incluido el gobierno, que intente pasar los controles de carretera de las bandas se enfrenta a graves consecuencias.

"Puede que te disparen, que tu camión cisterna explote, que te maten", dijo un vendedor de combustible que pidió no ser identificado por razones de seguridad. "Si tienes suerte, la banda te secuestrará, y entonces puede que sobrevivas".

En ocasiones, las bandas han permitido el paso de algunos camiones cisterna, pero solo tras pagar exorbitantes sobornos. Un camión cisterna vacío debe pagar al menos 5,000 dólares para pasar los controles de las bandas, mientras que a uno que lleve combustible le pueden cobrar hasta 20,000 dólares, según el minorista.

Las motivaciones de las bandas para bloquear las carreteras no son únicamente monetarias. Jimmy Cherizier, líder de una federación de bandas conocida como G9 que ha estado bloqueando la entrega de combustible, tuiteó el lunes por la mañana: "Exigimos la renuncia de Ariel Henry lo antes posible... La solución para la crisis es la renuncia de Ariel Henry".

La oficina del Primer Ministr respondió que no "trata" con las bandas.

Con información de AFP

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