Lo que ha sido clasificado como el “Beagle Gate” supuestamente se habría llevado a cabo con el consentimiento y financiación de las autoridades estadounidenses. La investigaciones sobre el caso de Fauci señalan que se utilizaron 1.68 millones de dólares aportados por los contribuyentes.
"Nuestros investigadores muestran que la división NIH (Institutos Nacionales de Salud) de Fauci envió parte de una subvención de 375,800 dólares a un laboratorio en Túnez donde encerraron la cabeza de los Beagles en jaulas de malla llenas de moscas de la arena hambrientas para que los insectos pudieran comerlos vivos".
"También encerraron a los Beagles solos en jaulas en el desierto durante nueve noches consecutivas para usarlos como cebo para atraer moscas de arena infecciosas", detalla la ONG.
Las fotografías de los perros con las cabezas perros en jaulas fueron publicadas en PLOS Neglected Tropical Diseases; sin embargo, el NIAID le dijo a Forbes que en realidad "no respaldaba esta investigación específica", y el portavoz de PLOS , David Knutson, dice que la revista está emitiendo una corrección para aclarar que la financiación del estudio se "atribuyó erróneamente a los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos".
Otro de los procedimientos que se realizaban contra los cachorros, según la investigación, era quitarles sus cuerdas vocales para que no ladraran. La información señala que esta práctica se aplicó a 44 cachorros con un financiamiento de 1.8 millones de dólares.
Ante las acusaciones, el NIAID defendió sus experimentos con perros señalando que los investigadores deben seguir las pautas federales sobre el tratamiento humanitario de los animales, y que los perros a veces reciben cordectomías vocales "humanamente bajo anestesia" para reducir el ruido peligroso.