Otro compromiso que debe recoger el acuerdo final de Glasgow, según la Red de Acción Climática Internacional (CAN), es aumentar de un 25 a un 50% la proporción de la financiación climática que se destina a que los países pobres se adapten al cambio climático.
Esta financiación, que aportan los países ricos para los que están en vías de desarrollo y que ha de alcanzar 100,000 millones de dólares anuales en 2022, se destina sobre todo a "mitigación", las estrategias para recortar emanaciones.
Revisiones anuales
Los países vulnerables al clima están presionando para que el acuerdo de la COP26 exija a los países que revisen y, si es necesario, actualicen sus compromisos climáticos cada año, en lugar del actual ciclo de cinco años.
La idea está ganando adeptos. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la ha apoyado. La UE también está abierta a una revisión anual de los avances, dijo un funcionario a Reuters.
Este martes, la red internacional de organizaciones contra el cambio climático (CAN) mostró su apoyo a esta idea.
En una rueda de prensa, Juan Pablo Osornio, de Greenpeace, y Tracey Caty, de Oxfam, coincidieron en que el borrador de ese pacto, ya publicado, "es flojo", y el texto definitivo ha de incluir "un compromiso claro y sin ambigüedades" que haga viable la aspiración de los 1.5 grados, planteada en el histórico Acuerdo de París de 2015.
Otros países se oponen a un "empujón" más rápido, ya que algunos advierten que pondría en aprietos a los países más pobres con capacidades administrativas limitadas.
Durante el fin de semana, Reino Unido compartió un borrador de la decisión política final que los países publicarán al final de la COP26. El documento dice que los países deben revisar sus compromisos climáticos esta década, pero no establece un calendario.
Con información de AFP, EFE y Reuters