En este contexto, la consolidación de América del Norte como una plataforma de producción regional es clave para que Estados Unidos pueda ser competitivo ante China e impida que el país asiático se convierta en la principal economía del mundo antes del final de esta década.
“Para Estados Unidos es muy importante que Estados Unidos, México y Canadá estén en el mismo canal para generar una plataforma de producción regional que le permita competir von China durante los próximos 25 años”, dijo Jorge Molina, profesor del Tec de Monterrey y especialista en comercio exterior, en entrevista con Expansión.
El Plan de Desarrollo de la República Popular de China es claro al señalar que uno de sus objetivos es convertirse en la principal economía del mundo para 2035, con vista al centenario del Partido Comunista de China al poder, en 2049, cuando el país espera ser “un gran país socialista y moderno en todos los niveles”, según ha manifestado en varias ocasiones Xi Jinping.
Según el especialista, China puede convertirse en la economía más grande en la siguiente década, pero que un par de estudios señalan que estos puede suceder tan pronto como en 2027 o 2028, algo que el gobierno de Estados Unidos está tomando en serio y busca que no pase.
Por esta razón, para Estados Unidos es importante que Norteamérica se convierta en una región más integrada en términos económicos y mucho más competitiva, por lo cual el cumplimiento del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) es un tema prioritario para la administración Biden.