La ley de Misisipi de 2018 prohíbe el aborto después de las 15 semanas de embarazo y no hace ninguna excepción por violación o incesto. Fue bloqueada por inconstitucional en tribunales inferiores hasta terminar en la Corte Suprema.
Con solo acceder a escuchar el caso, el tribunal indica su disposición a revisar fallos previos, al menos en lo que concierne a la "viabilidad".
Pero Misisipi, estado conservador del cinturón bíblico, reclama que la alta corte vaya aún más lejos y anule el fallo "Roe vs. Wade".
"Nada en el texto constitucional, la estructura, la historia o la tradición respalda el derecho al aborto", argumentó el estado en un escrito presentado al tribunal.
Intrusión profunda
Misisipi ha recibido el respaldo de otros 18 estados liderados por republicanos, cientos de legisladores, la Iglesia católica y grupos antiaborto, algunos de los cuales han puesto millones de dólares en campañas publicitarias.
El campo antiaborto se vio impulsado por el ingreso a la Corte Suprema de tres magistrados durante la gestión presidencial de Trump (2017-2021), inclinando la balanza a favor del lado conservador con una mayoría de 6-3.
Dos de los jueces designados por Trump reemplazaron a defensores del derecho al aborto: Anthony Kennedy fue reemplazado por Brett Kavanaugh y la fallecida feminista Ruth Bader Ginsburg por Amy Coney Barrett, una católica devota.
El impacto de los nuevos magistrados se hizo evidente el 1 de septiembre cuando la Corte Suprema rechazó una solicitud para bloquear una ley de Texas que prohíbe el aborto después de seis semanas de embarazo.