Países que impusieron uso de cubrebocas obligatorio redujeron muertes por COVID

Aunque ya se habían realizado varios estudios sobre el impacto del uso de los cubrebocas en los casos positivos de COVID-19, pocos se centraron en cómo puede reducir las muertes, indicó Sahar Motallebi, investigador de la Universidad de Lund, en Suecia y autor principal de un estudio publicado en el American Journal of Preventive Medicine.

El análisis involucró la información de 44 países, elegidos entre los 50 con mayor Índice de Desarrollo Humano, pero donde se excluyeron a algunas naciones como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Argentina, Chile, Australia y Canadá, para evitar sesgos de estacionalidad o porque las políticas de salud pública no se dictan a nivel federal, sino estatal.

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De este modo, en el estudio quedaron 27 naciones con políticas precisas sobre el uso de mascarillas faciales y 17 países sin políticas al respecto. Y se observaron las muertes ocurridas por COVID-19 en estos países entre el 15 de febrero y el 31 de mayo de 2020.

Según los resultados de la investigación, los países con políticas públicas donde se aplicó una ley de uso de cubrebocas tuvieron un aumento promedio diario de muertes significativamente menor en comparación con los países donde no hubo tal esfuerzo.

Los investigadores también observaron que en los países donde no había ley sobre uso de mascarillas faciales, en un principio, la mortalidad diaria por COVID-19 era más baja. Sin embargo, rápidamente alcanzaron el ritmo de muertes de los países más estrictos y no solo eso, sino que los rebasaron significativamente a través del tiempo.

¿Qué tanto se redujeron las muertes por el uso de cubrebocas obligatorio?

En términos numéricos, en los países con políticas de cubrebocas estrictas hubo una tasa promedio de 48.40 muertos por COVID-19 por cada millón de habitantes; mientras que en los países sin políticas acerca del cubrebocas hubo 288.54 muertes por coronavirus por cada millón de habitantes.

“Nuestro objetivo principal era evaluar las lecciones aprendidas de la pandemia, con la finalidad de prepararnos mejor para futuras epidemias de enfermedades transmitidas por el aire, antes de que las intervenciones farmacéuticas estén disponibles”, indica el documento disponible aquí .

El beneficio de los cubrebocas se explica no solamente porque disminuye la probabilidad de contagio, sino que reduce significativamente la probabilidad de exponerse a cargas virales más altas.

Es decir, si bien no se puede prevenir el contagio al 100%, el cubrebocas sí puede disminuir el riesgo de que un contagio derive en una enfermedad grave, donde se desencadene una respuesta agresiva e inflamatoria del sistema inmunitario que, finalmente, lleve a la muerte; indica la discusión del estudio.