La semana anterior apenas representaba 12.6% de las nuevas infecciones, pero ahora se relaciona con hasta 96.3% de los nuevos casos en tres estados del noroeste del país (Oregón, Washington e Idaho), según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
En otro grupo de estados del sureste, que incluye Florida, Alabama y Georgia, es responsable de 95.2% de los nuevos contagios: una proporción similar a la de otras regiones del país.
Primero detectado en África austral, ómicron provocó una ola de inquietud y el endurecimiento de restricciones sanitarias en el mundo.
Sin embargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no planea "confinar el país" de momento, según declaró la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, la víspera de un discurso muy esperado del presidente sobre la respuesta de su administración frente a esta nueva ola de la epidemia.
"Vamos a tener semanas o meses difíciles a medida que se acerque el invierno", advirtió domingo el asesor de la Casa Blanca para la pandemia, Anthony Fauci, al preocuparse por la cantidad de estadounidenses sin vacunar.
Otros países han tomado nuevas medidas en las últimas horas en respuesta al avance de ómicron. El alcalde de Londres anunció el lunes la anulación de las festividades de Año Nuevo previstas en su ciudad, y el Foro Económico Mundial, que debía reunirse entre el 17 y el 21 de enero en Davos, Suiza, fue pospuesto.