"Se trata de un hito importante para América Latina y pone de relieve la importancia de la transferencia de tecnología para aumentar la disponibilidad de vacunas contra COVID-19 de calidad en la región", señaló la directora de la OPS, Carissa Etienne, citada en un comunicado.
Esta vacuna de AstraZeneca fabricada en la región ya se administró en algunos países de Latinoamérica, entre ellos Belice, Bolivia y Paraguay, que recibieron dosis donadas.
Pero la inclusión en la Lista de la OMS para Uso en Emergencias (EUL) allana el camino para que sea aprobada y comercializada en otros países, y permite su adquisición y distribución a través del mecanismo global Covax y del Fondo Rotatorio de la OPS.
Etienne destacó que este respaldo internacional muestra que Latinoamérica y el Caribe está preparada para desarrollar su capacidad de fabricación de productos farmacéuticos, algo que consideró clave para superar las actuales brechas de acceso a las inmunizaciones.
"Si se le da la oportunidad y las herramientas, nuestra región puede contribuir al abastecimiento de vacunas", aseguró.
La OPS lanzó en agosto pasado una plataforma regional con la meta de reducir la dependencia de medicamentos, vacunas e insumos médicos producidos fuera de la región.