El comunicado del gobierno precisa que la medida entrará en vigor a partir del 15 de febrero.
Italia tiene 59 millones de habitantes, de los cuales 28 millones tienen más de 50 años, según el Instituto Nacional de Estadística.
"Creo que la vacunación obligatoria debería extenderse a todo el mundo, o al menos a todos los adultos. Así que lo veo positivo", dijo a AFP Emilio Santamaria, un empleado, el miércoles por la noche en una plaza del centro de Roma.
A partir del 10 de enero se pedirá un pase de vacunación para acceder a transportes, hoteles, terrazas de restaurantes, ferias, congresos, piscinas y salas de deporte, según decidió el gobierno el 29 de diciembre.
El pasaporte de vacunación, conocido en Italia como "pase sanitario reforzado", sólo puede obtenerse tras un ciclo completo de vacunación o tras haber pasado el COVID-19.
Hasta ahora, para tomar el tren o el avión, solo era necesario un pasaporte sanitario "básico", que podía obtenerse tras vacunarse o presentar una prueba negativa.
El pasaporte de vacunación ya se exige a algunos sectores como el del personal sanitario o de las escuelas, y a las fuerzas del orden.
Como sus vecinos, los contagios están en fuerte aumento en Italia por la variante ómicron. El miércoles, el país registró más de 189,000 contagios. El martes fueron más de 170,000. En total, hay más de 1.4 millones de personas positivas en Italia actualmente.
Italia fue el primer país europeo afectado por la pandemia y registró más de 138,000 muertes desde principios de 2020.