Hong Kong, al igual que China continental, ha optado por una estrategia de "cero covid", que impone largas cuarentenas a las personas que entran en el territorio y un severo aislamiento para los enfermos y sus contactos.
Estas medidas han hecho que esta ciudad de 7.5 millones de habitantes registre solo unos 12,000 casos de COVID-19 y 213 muertes desde el inicio de la pandemia, pero para ello, ha pagado el alto precio del aislamiento.
Este miércoles, un crucero que zarpó de Hong Kong fue obligado a volver a puerto para hacer pruebas a sus 3,700 pasajeros después de que nueve fueran declarados contactos de un foco de la variante ómicron.
En China continental, la ciudad de Zhengzhou realizará pruebas de COVID-19 a sus 12 millones de habitantes tras detectar 11 casos en un momento en que el país intenta erradicar el coronavirus, a un mes de la inauguración en febrero de los Juegos Olímpicos de Beijing.
Por otra parte, el brote en la ciudad histórica china de Xi'an parece bajo control este miércoles, después de dos semanas de confinamiento forzado.
Fulgurante
En China, los contagios son ínfimos en comparación con otras partes del mundo, donde las cifras se multiplican de manera exponencial: unos 890,000 casos en 24 horas en Estados Unidos, 270,000 en Francia, más de 200,000 en el Reino Unido...
Israel anunció haber registrado casi 12,000 nuevos casos de COVID-19 en las últimas 24 horas, un nuevo máximo desde el inicio de la pandemia.