Los profesores de Francia se van a huelga por las erráticas medidas anticovid

El país europeo ha sido uno de los que ha mantenido las escuelas abiertas por más tiempo en la pandemia, pero los docentes están insatisfechos por la gestión del gobierno de Emmanuel Macron.
El ministerio de Educación afirmó que casi un 40% de los profesores franceses se sumaron al paro, un porcentaje que discrepa con el de los sindicatos, quienes cifraron ese seguimiento en el 75%.

Francia, entre los países con más días de escuelas abiertas durante la pandemia, vivió este jueves una importante huelga de profesores, cansados de la gestión gubernamental de la crisis sanitaria, a tres meses de las elecciones presidenciales.

Los docentes están insatisfechos con la “errática” actuación del gobierno de Emmanuel Macron para controlar la pandemia, especialmente por los repetidos cambios de las normas anticovid en las escuelas francesas.

"Se está expresando el enfado. Hay un sentimiento real de frustración y el gobierno tiene que darse cuenta de ello", alertó a la AFP Guislaine David, líder del sindicato de maestros mayoritario en primaria, Snuipp-FSU.

El ministerio de Educación afirmó que casi un 40% de los profesores franceses se sumaron al paro, un porcentaje que discrepa con el de los sindicatos, quienes cifraron ese seguimiento en el 75%. muchas escuelas tuvieron que cerrar y se calcula que uno de cada dos centros de primaria no abrió sus puertas.

La movilización, apoyada también por la principal asociación de padres de Francia, auxiliares educativos y por los partidos de izquierda, sucede en plena quinta oleada de covid en el país, donde se han superado en las últimas jornadas los 300,000 contagios diarios.

"Queremos tener un protocolo de verdad contra el virus, no uno que cambie cada dos días, por el bien de los alumnos y de los profesionales de la educación", dijo a EFE Jules Giran, subsecretario general del sindicato SUD, mientras desfilaba en una manifestación de protesta en París, que partió de los Jardines de Luxemburgo.

Tres protocolos en una semana

Desde la vuelta al colegio el 3 de enero tras la pausa por las fiestas de fin de año, el gobierno anunció hasta tres protocolos diferentes en las escuelas, exasperando a los maestros y recabando las críticas de la oposición.

"Estamos en el 30º protocolo desde el comienzo de la crisis sanitaria", lamentó Vanessa Cognet, directora de una pequeña escuela rural en Châteldon, en el centro de Francia, denunciando que las nuevas instrucciones llegan un día antes tarde en la noche.

El lunes por la noche, el primer ministro Jean Castex anunció el último protocolo, ligeramente más flexible para calmar los ánimos, pero los maestros mantuvieron la huelga, con el ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, en la mira.

Cuando se detecta un caso positivo en una clase, el resto de alumnos deben realizar hasta tres autotest en casa para continuar asistiendo al colegio, sin necesidad de someterse a una primera prueba de antígenos o PCR como previamente.

No obstante, este nuevo protocolo, que exige realizar autotest en los alumnos que hayan tenido contacto con un infectado de covid, ha sido ampliamente rechazado, también por los padres, que no quieren someter a los pequeños a pruebas repetidas.

Las medidas anteriores habían provocado largas colas ante farmacias de padres que en muchos casos abandonaron su trabajo para someter a un test a sus hijos, para que pudieran volver al día siguiente a clase en caso de dar negativo.

Casi 12 millones de pruebas de diagnóstico se realizaron así la semana pasada, un alza del 44%, según el ministerio de Sanidad. El aumento más significativo fue en el grupo de menores de 16 años, que pasó de 1 a 3 millones de media.

"Es mejor cerrar una clase con un caso, en vez de mantenerla abierta cueste lo que cueste (...) El otro día solo tenía a tres alumnos disponibles ¿qué sucede con los que no están? ¿Cómo recuperan lo perdido?", opinó la profesora de inglés en un instituto parisino Lilia Larbi, miembro del sindicato UNSA e integrante también de la manifestación parisina.

Los profesores movilizados, que se reunieron en otras grandes ciudades de Francia, como Lyon, Marsella o Burdeos, también denuncian que faltan medios para combatir la epidemia, como mascarillas quirúrgicas y sensores de CO2 para controlar la calidad del aire en las clases.

Además, rechazan la forma de actuar del Ministerio de Educación dirigido por Jean-Michel Blanquer. "Nos enteramos del cambio de protocolo por los medios. No tiene mucha gracia", afirmó Larbi.

"Las familias no entienden nada"

Miles de personas salieron a las calles en París, Marsella, Estrasburgo, Burdeos y otras ciudades de Francia para pedir respuestas al gobierno, cuyo primer ministro anunció una reunión con los sindicatos en la tarde.

A pesar de que la huelga implica que los progenitores busquen soluciones para cuidar de sus hijos, recurriendo al teletrabajo o a niñeras cuando pueden, la principal federación de padres de alumnos, FCPE, apoya la protesta.

"Las familias no entienden nada (...) Tenemos la impresión de que lo que se busca es una inmunidad colectiva. El protocolo actual no permite proteger a los niños", dijo a la AFP Alice Gregorio, responsable de la FCPE en el noreste de París.

La huelga podría afectar a la imagen del presidente francés, Emmanuel Macron, que todavía no confirmó su esperada candidatura a la elección presidencial de abril y cuya estrategia pasa por mantener abiertas las escuelas durante la pandemia.

El Ejecutivo de Macron presume de que Francia ha sido uno de los países que menos tiempo ha cerrado escuelas en los dos años de pandemia.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Francia cerró 34 días los colegios de primaria de enero de 2020 a mayo de 2021, menos que México (214), Brasil (178), Colombia (152), Chile (98) o España (45).

"Pueden decir que las escuelas estuvieron abiertas, pero solo la mitad de las clases estuvieron llenas", aseguró Gregorio, para quien la crisis del covid agravó la ya persistente falta de recursos de personal y materiales en las aulas.

Brice Tenturier, politólogo de Ipsos, indicó a la AFP que los franceses tienen hasta ahora una buena imagen de la gestión del gobierno de la crisis, pero advierte que, si la huelga es masiva, "este equilibrio podría romperse”.

Los eventuales rivales de Macron en la presidencial, de la izquierda radical a la extrema derecha, no tardaron en cargar contra su gestión, que provocó, según la derechista Valérie Pécresse, "un desorden y caos generalizado en la escuela”.

Con información de AFP y EFE