El portavoz, que no reveló el contenido de la misiva, agregó que Estados Unidos sigue "plenamente" comprometido con el diálogo para solucionar estos problemas, al tiempo que seguirá consultando de cerca con sus aliados y socios, incluyendo Ucrania.
La semana pasada, Washington y la OTAN contestaron por escrito a las demandas de garantías de seguridad por parte de Rusia para rebajar la tensión sobre Ucrania en unas respuestas que Moscú calificó de "bastante confusas".
Las garantías de seguridad exigidas por Rusia incluyen poner freno a una mayor expansión de la OTAN, en particular a Ucrania y Georgia, el cese de toda cooperación militar con las antiguas repúblicas soviéticas y la retirada de las tropas y armamento de la Alianza a las posiciones que ocupaban antes de 1997.
Mañana, martes, el secretario de Estado, Antony Blinken, tiene programado conversar por teléfono con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, en medio de la tensión por la concentración de soldados rusos —unos 100,000— cerca de la frontera con Ucrania.
La Casa Blanca cree que hay una "clara posibilidad" de que Rusia invada Ucrania en febrero, aunque el gobierno ucraniano ha quitado hierro a esa advertencia y ha insistido en que no ve un agravamiento de la situación mayor de los que se han visto con anterioridad.